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Albert Rivera quiere aprovechar el debate del estado de la nación para certificar su distanciamiento de Rajoy

Albert Rivera durante su intervención en el debate de investidura de Rajoy

Carmen Moraga

No hay aún fecha para el gran duelo, pero en Ciudadanos van a seguir insistiendo para que Mariano Rajoy convoque cuanto antes el debate del estado de la nación que lleva dos años sin celebrarse, paralizado por las dos elecciones generales que ha habido desde finales de 2015.

Ciudadanos y Unidos Podemos son los dos grupos más interesados en su celebración y los que más están presionando para que se convoque. El presidente del Gobierno se ha comprometido a mantener una ronda de contactos con todos los portavoces parlamentarios para tratar el asunto.

Días después de esa declaración de intenciones, también el portavoz del Ejecutivo, Iñigo Méndez de Vigo, aseguró que estaban dispuestos a convocarlo “antes de primavera”, es decir, antes del 21 de marzo, una vez se despeje la situación en Catalunya. Pero no cerró fecha.  

Por este motivo, Unidos Podemos intentó el pasado mes de enero, en la Diputación Permanente, forzar un pleno extraordinario del Congreso para que el Ejecutivo se mojara y concretara el día, dado que, como señaló Irene Montero, la portavoz confederal, “no se fían” de las promesas de Rajoy. Ciudadanos lo apoyó pero la iniciativa no prosperó gracias al voto negativo del PP y la abstención del PSOE y el PNV. 

En el partido de Rivera saben que a los socialistas no les seduce mucho que se celebre el debate de repaso de la legislatura, que es el más importante a nivel político, puesto que el líder de su partido, Pedro Sánchez no podrá participar en él al no tener ahora escaño. Un cara a cara de Rajoy con la portavoz parlamentaria, Margarita Robles, sitúa al PSOE en inferioridad de condiciones.  Y eso también será una ventaja tanto para Rivera como para Pablo Iglesias.

Por eso van a seguir presionando al Gobierno. “Es imprescindible poner fecha ya al debate sobre el estado de la nación, no puede pasar un día más dando largas sobre este tema”, clamó José Manuel Villegas en una de sus últimas comparecencias, advirtiendo de que “los que tenemos un proyecto de futuro para el país lo pondremos encima de la mesa”. 

Aunque en Ciudadanos les gustaría que la situación en Catalunya se aclare cuanto antes, creen que no pasa nada porque se convoque ya ese Pleno de política general en el Congreso. Incluso consideran que podría servirles para que el líder de su partido diera un 'repaso' a los errores que ven que ha cometido allí el presidente del Gobierno. El propio Rivera lo ha dejado dicho estos días: “Si en algún momento hay que celebrarlo” [el debate] es precisamente “en estos momentos, después del reto separatista y el golpe a la democracia en Cataluña”.

No obstante, el líder de Ciudadanos tampoco centraría sus críticas a Rajoy  en este asunto dado que cree que en estos delicados momentos todas las formaciones constitucionalistas deben seguir cerrando filas para evitar que los partidos independentistas “vuelvan a hacer de las suyas”.

De hecho, y a pesar de que le ha molestado que Rajoy no le avisara de la presentación del recurso ante el Constitucional contra la investidura de Puigdemont y si lo hiciera a Pedro Sánchez, Rivera ha apoyado todas las medidas impulsadas por el presidente ante el alto tribunal. Y también respalda el mantenimiento del artículo 155 en aquella comunidad autónoma.

Suficiente munición para usar contra Rajoy en el debate

La munición de Rivera de cara a ese importante Pleno es mucha. Empezando por la corrupción que sigue minando la credibilidad de Rajoy, al que en Ciudadanos acusan de “seguir arrastrando los pies”.

La pasividad y desdén del líder del PP ante las graves revelaciones de que ha habido financiación ilegal de su partido en Madrid y Valencia, y frente a su exigencia de que cese a Pilar Barreiro, la senadora imputada en la trama Púnica, como condición a apoyar los Presupuesto Generales del Estado para 2018, les ha irritado sobremanera. Y ha provocado un incremento de las hostilidades entre ambos partidos. 

Como contraofensiva, el PP ha decidido reactivar los trabajos de la comisión del Senado sobre financiación de los partidos, y ha citado como “experto” al concejal de Leganés de la ULEG, Carlos Delgado, autor del libro 'Rivera es un lagarto de V', en el que sostiene que Ciudadanos se financia ilegalmente.

La tensión a cuenta de la corrupción ha llegado a  tal punto que el propio Rivera dio por sentado en su cuenta de Twitter que está roto el acuerdo de investidura. “El caso PP está lastrando la legislatura, mientras Rajoy rompe el pacto de investidura blindando a una imputada por corrupción en el Senado”, escribió el líder de Ciudadanos. Todo un aviso de que su distanciamiento con el presidente va a ir progresando a medida que se acerque la cita con las urnas de 2019.  

Todo eso saldría a relucir en ese cara a cara parlamentario entre Rajoy y Rivera. Un duelo que en Ciudadanos desean porque saben también que en ese escenario su líder se siente cómodo y fuerte, máxime después de que todas las encuestas le estén dando como ganador de las próximas elecciones generales. 

A pesar de todas esas amenazas y de que a día de hoy todos los dirigentes de Ciudadanos insistan en que siguen “sin fiarse” de Rajoy, la palabra “dimisión” aún no ha salido de la boca de ninguno de ellos. Como tampoco se espera que salga de la de Rivera en el debate del estado de la nación. El líder de Ciudadanos ya ha dicho que solo exigirán su cese si es imputado en alguna de las causas que tiene abiertas el PP en los tribunales.

Mientras tanto, Rivera se limitará a seguir apretando las tuercas al presidente para que cumpla sus compromisos y avancen las reformas que Ciudadanos piensa que son necesarias para España. “Somos el partidos de la estabilidad”. “Nos estamos preparando para Gobernar en España”, advirtió recientemente en Toledo.

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