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De Alcalá a Valladolid, un libro glosa 162 años de la Academia de Caballería

De Alcalá a Valladolid, un libro glosa 162 años de la Academia de Caballería

EFE

Valladolid —

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Alcalá de Henares (Madrid) albergó durante un año y medio el Colegio Militar de Caballería que, en 1852, pasó a albergar definitivamente otra ciudad de tradición docente y universitaria: Valladolid, donde esta mañana ha sido presentado un libro sobre la historia de la Academia del arma.

Los cadetes del último curso de 1913 podían elegir entre el estudio de un idioma entre el árabe, el inglés y alemán, eran instruidos en derecho castrense pero también en la justicia civil, asistían a clases de esgrima y de sable, y recibían nociones de detall y contabilidad, de táctica y estrategia militar, de zootecnia general, y en especial de équidos como correspondía a la Caballería.

Así consta en un plan de estudios de ese año incluido en el libro “La Academia de Caballería. Historia y Patrimonio”, de autoría colectiva, coordinado el coronel Ángel Bengoechea, coronel y antiguo profesor en ese centro, y que ha editado el Ministerio de Defensa dentro de su colección de Edificios Militares Singulares.

El 6 de abril de 1952 llegó a Valladolid el Colegio Militar de Caballería y se instaló en un edificio octogonal de las afueras, concebido en sus inicios como una prisión pero finalmente desechado por las autoridades gubernativas debido a su inadecuada traza y disposición para la función penitenciaria.

Este vacío lo aprovechó el Ayuntamiento de Valladolid para cederlo al Ejército en usufructo gratuito y donar además 20.000 reales para el traslado del Colegio Militar de Caballería desde la ciudad complutense, según este nuevo libro que “llena un vacío historiográfico y aporta una visión moderna”.

“Recopila multitud de datos publicados durante los últimos años y abre un sendero para nuevas investigaciones sobre la Academia de Caballería como pueden ser la enseñanza de la equitación, la historia de la uniformidad, una galería de alumnos ilustres, un catálogo ilustrado de todos sus fondos y una historia secreta de los mismos”, ha propuesto el coronel Abengoechea.

Un incendio desatado a la una de la madrugada del 26 de octubre de 1915, en un almacén adosado a un muro exterior, arruinó por completo el edificio octogonal, construido con materiales de derribo del penal antiguo y con mano de obra de los propios presidiarios.

El libro presentado hoy incluye un abundante material gráfico sobre el edificio octogonal, tanto exterior como sus dependencias interiores, escasamente conocido y que ha sido donado por uno de los seis autores de esta historia, el teniente de Infantería en la reserva Vicente López-Brea.

Seis años después, en 1921, los reyes Alfonso XIII y María Victoria Eugenia colocaron la primera piedra del nuevo y actual edificio de la Academia, en el pabellón destinado a internado, y las obras acabaron en 1924.

“Hemos querido actualizar, mejorar y difundir a la sociedad española la naturaleza, vida y patrimonio de un centro docente militar único”, ha añadido Bengoechea en nombre de los autores que, junto a él y López-Brea completan el coronel de Caballería retirado Antonio Bellido, el coronel ingeniero Jesús Alonso Lafuente, el coronel Juan Silvela Milans del Bosch y el historiador Carlos Belloso, profesor de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

El libro profundiza en una doble vertiente: la Academia de Caballería como un centro para la enseñanza y perfeccionamiento de cuadros de mando, y el patrimonio histórico y artístico del recinto, en especial el museo que cobija sobre la historia del arma.

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