De Alfonso admite que amenazó con “tirar de la manta”, pero se niega a revelar conversaciones “privadas” en el Congreso

“El ruido no hace bien y el bien no hace ruido”, ha reiterado en varias ocasiones citando a San Vicente de Paúl para justificar su silencio sobre esas conversaciones privadas que ha mantenido con distintas personalidades.

Según ha explicado, él hablaba con todo el mundo porque “se tenía que ganar la confianza de todos” y lo consiguió. A renglón seguido ha comentado que “lo mejor para el país” es que las cosas las “arreglen” los parlamentarios que tienen que legislar y no que se haga “a costa” de la información que él pueda tener.

UN PANTALLAZO SOBRE TRÍAS

“Siempre será un secreto que guardaré conmigo. De mi boca no saldrá nunca el contenido de conversaciones privadas. No voy a contar nada de las conversaciones con nadie”, ha sentenciado en respuesta a las preguntas del socialista Juan Carlos Campo.

Tanto Campo como el diputado del PDeCAT, Sergi Miquel, le han preguntado sobre una supuesta investigación sobre las cuentas que presuntamente tendría en Suiza el exalcalde de Barcelona Xavier Trías.

El exdirector ha indicado que nunca tuvo en sus manos ningún expediente sobre este tema y que únicamente vio un “pantallazo” de móvil que le enseñó José Ángel Fuentes Gago, entonces jefe de gabinete del 'número dos' de la Policía, Eugenio Pino. “Me enseñaron un pantallazo, pero no tiré para delante con ello”, ha dicho, y no lo hizo porque no le pareció una prueba suficiente.

En otro momento de su intervención, durante el interrogatorio del diputado de Ciudadanos Miguel Gutiérrez, De Alfonso ha reconocido que su departamento hizo un informe sobre el 'caso Palau' y que puso en conocimiento de dos juzgados catalanes y de la Fiscalía Anticorrupción el expediente que elaboró sobre las supuestas comisiones del 3% que la antigua CiU habría utilizado para financiarse.