Argentina es clave para el fin de la impunidad de los implicados en la Operación Cóndor

El juicio contra los acusados en Argentina de participar en el Plan Cóndor, que cumple hoy 40 años de su aplicación, servirá para facilitar el avance en el fin de la impunidad por los crímenes cometidos durante las dictaduras de la zona, explicó a Efe Pablo Abrão, director del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos.

En el juicio abierto en Buenos Aires están representados familiares de 106 desaparecidos de diferentes nacionalidades durante la Operación Cóndor, el sistema de cooperación establecido entre las dictaduras del Cono Sur entre los años 70 y 80 para la persecución y exterminio de opositores políticos.

El proceso judicial, en el que están imputados 18 militares y exagentes, intentará establecer “por primera vez sistemáticamente” responsabilidades en el Plan Cóndor, explicó Abrão.

“Nuestra expectativa es que esta primera respuesta del sistema judicial, vinculada a la operación Cóndor de forma sistemática, creará una ola positiva para que los otros sistemas de justicia promuevan sus investigaciones”, explicó el abogado.

El Plan Cóndor, que cumple hoy cuatro décadas desde que sus bases fueran establecidas en Chile por la dictadura de Augusto Pinochet, fue el “más terrible plan de acción conjunta” de los países de la región, con el “objetivo de destrucción de vidas humanas por divergencias ideológicas”, indicó.

Sin embargo, solo dos juicios se llevan a cabo para identificar a los responsables, incluyendo el de Argentina.

El otro juicio en curso se desarrolla en Italia, donde se investiga al exmilitar argentino Carlos Luis Malatto, acusado de cuatro supuestos homicidios cometidos en Argentina durante la dictadura.

Malatto, que también tiene nacionalidad italiana, estaba siendo juzgado en Argentina pero en 2011 logró huir a Italia.

Ello muestra, según Abrão, la complejidad de la Operación Cóndor, a la hora de juzgar y procesar a los responsables y definir el número de víctimas.

“Es importante caracterizar al Plan Cóndor como un ambiente represivo regional que tuvo una tipología significativa de violaciones y que alcanzó diferentes esferas de la vida”, agregó.

El Plan Cóndor surgió de una reunión celebrada en Santiago entre el 25 y 28 de noviembre de 1975 convocada por el entonces coronel Manuel Contreras, jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).

En la secreta “Acta de Clausura” de la reunión se establece “el contacto muy rápido o inmediato cuando se expulse del país un individuo(s), o viaje un sospechoso, para alertar a los Servicios de Inteligencia”.

“Hablar de los 40 años de la Operación Cóndor hoy es hablar de un desvirtuamiento de las finalidades de la política de integración regional”, explicó Abrão.

Cuatro décadas después, la Reunión de Altas Autoridades en Derechos Humanos (RAADH) del Mercosur, celebrada esta semana en Asunción, y en la que participa el abogado, busca constituir el denominado “anti-Cóndor”.

“Los estados cooperaban para violación de derechos humanos, hoy buscamos que los estados cooperen entre si para la promoción y protección de estos derechos”, dijo Abrão.