Armenia decide en referéndum el modelo de gobierno para el país

La pequeña república caucasiana de Armenia se pronunció hoy en referéndum sobre la reforma constitucional para transitar desde el actual modelo de gobierno presidencialista a otro parlamentario en el que todo el poder ejecutivo reside en el primer ministro y su gabinete.

Más de 2,5 millones de ciudadanos de la antigua república soviética fueron convocados a las urnas y, según los últimos datos ofrecidos por el Comité Electoral Central (CEC) armenio, a las 17.00 hora local, a tres horas del cierre de los colegios, habían acudido a votar el 39,17 % de los votantes censados.

Con estos datos de participación el referéndum se puede dar por válido, toda vez que la ley exige que al menos un 25 % del censo vote para validar una consulta popular.

El resultado, que no se conocerá hasta bien avanzada la madrugada, es a estas alturas incierto, ya que a falta de encuestas a pie de urna sólo se puede echar mano de los sondeos previos a la jornada de votación.

Nada más cerrar los colegios electorales, un grupo de opositores se concentró en la plaza de la Libertad, en pleno corazón de Ereván, para denunciar la consulta y exigir la renuncia del actual presidente del país, Serge Sargsián, impulsor de la reforma constitucional.

Un contundente cordón policial vigila la plaza, frente al Parlamento armenio, pese a que el número de manifestantes apenas llega a 200, según informaron medios locales.

La protesta, iniciada con una sentada a comienzos de esta semana, está organizada por el Frente para la Salvación Nueva Armenia, un movimiento contrario a la reforma liderado por el principal partido opositor, Herencia, e integrado además por diversos movimientos populares.

Los opositores al jefe de Estado aseguran que la única finalidad de la reforma es perpetuar en el poder a Sargsián, que según la actual Carta Magna ya no puede presentarse a las elecciones tras agotar dos mandatos.

El parlamentarismo, señalan los detractores del líder armenio, le permitirá mantener en sus manos todo el poder ejecutivo como primer ministro durante tantos mandatos como elecciones gane su partido.

El líder de Herencia, Rafik Ovannisián, rompió su papeleta ante las cámaras de televisión al acudir a su colegio electoral y llamó al pueblo a una gran manifestación contra la reforma.

“Como ciudadano, no puedo aceptar un sistema que se fundamenta en una persona, en un sólo partido, y que quieren consolidar mediante este falso referéndum”, proclamó Ovannisián.

La reforma constitucional ya ha sido respaldada por dos de los cinco partidos opositores y aprobada por el Parlamento con 103 votos a favor, diez en contra y tres abstenciones.

El proyecto de reforma establece que el presidente de Armenia se elige por un colegio de electores integrado por legisladores y representantes municipales, y no por voto universal y directo, como hasta ahora.

La reforma amplía el período presidencial de cinco a siete años y no contempla la posibilidad de reelección.

El presidente de Armenia no podrá militar en ningún partido político y su misión como jefe del Estado consistirá en “personificar la unidad del pueblo y velar por el cumplimiento de la Constitución”.

El Gobierno será el órgano máximo del poder ejecutivo y estará presidido por un primer ministro propuesto por la mayoría parlamentaria.

En caso de guerra, el jefe del Gobierno se convierte en el comandante supremo de las Fuerzas Armadas.

El Parlamento estará integrado por 101 diputados, en lugar de los actuales 131, que se elegirán en su totalidad por listas de partidos.

La reforma no modifica la duración de la legislatura parlamentaria, que se mantiene en cinco años.

En caso de que las formaciones que accedan al Legislativo no consigan articular una mayoría estable, se deberán celebrar nuevas elecciones en la que participarán sólo los dos partidos más votados.

Las próximas elecciones presidenciales armenias están convocadas para 2018 y las parlamentarias, para 2017.