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El arzobispo de Granada aboga por esclarecer el caso de pederastia mientras se niega a dar datos al juez
- El juez del caso de abusos del clan de Los Romanones ha dado un ultimátum al prelado porque no facilita las entrevistas con los 12 implicados, diez curas y dos seglares
El Arzobispado de Granada ha asegurado que mantiene su colaboración con la Justicia en la instrucción de los supuestos abusos sexuales contra menores que investiga el Juzgado de Instrucción 4, que lo ha conminado a que le entregue toda la documentación de la que disponga sobre este caso y le ha dado un ultimátum al arzobispo, como publicó este lunes en exclusiva eldiario.es.
Aunque el Arzobispado ha eludido valorar la referida resolución judicial, ha confiando en que se siga trabajando “hasta el final para que se sepa la verdad” en unas declaraciones a la agencia Efe.
Se ha remitido para ello a pronunciamientos públicos anteriores respecto a la investigación judicial, en los que reiteró su colaboración con la Justicia, su ayuda a las víctimas en el caso de supuestos abusos sexuales y recordó que mantiene su posición de “tolerancia cero” con estas prácticas y con quienes las cometan. Sin embargo, el juez del caso Romanones, un clan elitista que presuntamente cometió abusos continuados, le ha dicho al arzbispo que tiene que entregar las declaraciones de los 12 investigados. Es la octava vez que lo hace.
El instructor requiere “de forma definitiva” al Arzobispado que encabeza Javier Martínez que le facilite la documentación íntegra de los interrogatorios y el informe escrito que se derivaría de los mismos, en relación a las personas implicadas y respecto a las que se siguió expediente canónico.
En la causa, cuya investigación comenzó en octubre de 2014, fueron imputados diez sacerdotes y dos seglares, aunque el principal imputado, el padre Román, es el único contra el que actualmente continúan las actuaciones judiciales. Siete de los sacerdotes continúan ejerciendo en parroquias de la provincia.
El caso se conoció después de que una víctima de los abusos, Daniel, escribiera una carta al Papa en la que le contaba el acoso y abuso que sufrió desde los 14 a los 17 años. El Papa le pidió perdón públicamente y se inició una investigación.
