Bangladesh y Birmania se reúnen para impulsar la repatriación de rohinyás

Representantes de Bangladesh y Birmania (Myanmar) se reunieron hoy en Dacca para tratar de impulsar el inicio del proceso de repatriación de los cerca de 700.000 rohinyás que llegaron a tierras bangladeshíes desde agosto del año pasado, un regreso que debía haber empezado hace meses.

El Grupo de Trabajo conjunto para la Repatriación de los rohinyás se reunió hoy unos días antes de que el próximo día 23 se cumplan seis meses del primer acuerdo para el regreso de los miembros de esa comunidad musulmana que llegaron desde el 25 de agosto a Bangladesh huyendo de la violencia.

“Estamos aquí para eso y aceleraremos el proceso”, dijo el viceministro de Exteriores birmano, Myint Thu, al ser preguntado por el retraso en el inicio de una repatriación que se esperaba que hubiera comenzado hace meses.

“Hemos debatido cómo comenzar la repatriación”, agregó, y señaló que ambos países trabajan en un “mecanismo” para recibir a los rohinyás, una comunidad que Birmania considera bengalí y a la que no reconoce ciudadanía.

El pasado 23 de noviembre, los dos países firmaron un acuerdo para la repatriación de miembros de la minoría rohinyá, por el que los casi 688.000 refugiados que llegaron a Bangladesh comenzarían a regresar el 23 de enero.

Ambos países alcanzaron un segundo acuerdo el 16 de enero acordando los mecanismos y Bangladesh entregó una lista, pero han surgido problemas por las personas incluidas en ella, según reconoció hoy el viceministro bangladeshí de Exteriores, M Shahidul Haque, quien encabezó la delegación de su país en la reunión.

“Enviamos una lista y también discutimos los temas que surgieron durante la verificación de la lista”, señaló sin explicar los problemas que han tenido con esa relación de nombres.

“Se dará una nueva lista, tenemos eso. Lo bueno es que discutimos de manera franca”, agregó, al señalar que “lentamente” se está verificando.

El éxodo rohinyá comenzó el 25 de agosto del año pasado, tras un ataque de un grupo insurgente que sirvió de espoleta para una represión militar del Ejército birmano en el estado occidental de Rakáin, donde se calcula que vivían alrededor de un millón de miembros de esta minoría musulmana.

Pese a los acuerdos entre ambos países, agencias de la ONU y organizaciones de derechos humanos afirman que no están dadas las condiciones para el regreso de los rohinyás a Birmania.

La ONU y organizaciones independientes han denunciado numerosas veces que existen pruebas claras sobre asesinatos, violaciones y otras violaciones de los derechos humanos de los rohinyás.

El Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU calificó la campaña de “limpieza étnica” y ha afirmado que hay indicios de “genocidio”.