Bolivia concluye los estudios sobre el consumo legal de coca reclamados por la UE

El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció hoy que en las próximas horas recibirá unos estudios sobre el consumo legal de hojas de coca en su país, información que ha sido reclamada con insistencia por la Unión Europea (UE).

Morales dijo en una rueda de prensa en la ciudad de Sucre que se reunirá con el denominado “Pacto de Unidad”, que agrupa a asociaciones de campesinos, indígenas y cocaleros, para recibir los datos de parte de los ministerios que encargaron esos estudios.

Se trata de cuatro investigaciones sobre el consumo y la demanda legal de coca que, según el Gobierno, complementarán a otros ocho financiados por el organismo europeo con 900.000 euros entre 2008 y 2010 y cuyos resultados no han sido revelados hasta ahora.

Morales y los sindicatos campesinos también definirán cuándo se divulgarán públicamente esos estudios, tras unas correcciones técnicas realizadas en las últimas dos semanas.

Según el Gobierno, los estudios serán la base para definir las políticas del área y los volúmenes para la cubrir la demanda legal de la planta, base para producir cocaína.

Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) difundidos este año, Bolivia tenía en 2012 25.300 hectáreas de coca, más del doble de las 12.000 hectáreas permitidas por la ley antidroga para usos legales y culturales.

En este país hay cultivos legales para atender la tradición del “acullicu” o masticado de la hoja, usos medicinales e industriales, pero también hay otros desviados a la fabricación de la cocaína.

El representante de la UE en Bolivia, Timothy Torlot, ha señalado varias veces que los estudios son “imprescindibles” para analizar las estrategias del Gobierno y de la comunidad internacional en la lucha contra el narcotráfico en el territorio boliviano.

Pese a su condición de mandatario del país, Morales mantiene desde 1996 el cargo de presidente de la federación de cocaleros de la región del Chapare (centro), aunque varias veces ha explicado que en la actualidad se trata de un cargo simbólico.