Borrell achaca el auge de la ultraderecha a las heridas de la crisis económica

El ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, atribuyó hoy el auge de la ultraderecha a las heridas de la crisis económica y dijo que en España ha tardado en manifestarse, pero lo ha hecho con el ascenso de Vox en las elecciones andaluzas.

“Hay que buscar las raíces profundas del mal, que es el problema de las heridas que ha dejado la crisis económica, la desigualdad. Hay niveles muy importantes de desigualdad en Europa y también en España, que han crecido muchísimo por la crisis”, dijo Borrell en declaraciones a EFE en Milán (Italia).

Borrell participó hoy en la segunda jornada de la reunión que los ministros de Exteriores de los países de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) celebraron en Milán.

El ministro español afirmó que “los niveles de pobreza” han crecido notablemente y que ahora hay países europeos que tienen “un 20 % o más de la población” en esta situación.

Las desigualdades y la pobreza, prosiguió, se han afianzado “en muchos países europeos, no solo los menos desarrollados, sino también en países del norte y centro de Europa, con altos niveles de renta y con altos niveles económicos, como Alemania”.

“Eso es un caldo de cultivo que en algún momento puede provocar, como está ocurriendo en Francia, un incendio”, indició en referencia a las protestas recientes.

El ascenso de la ultraderecha, dijo, es un problema que afecta a toda Europa, también a España, donde “ha tardado en manifestarse”, pero lo ha hecho con las elecciones andaluzas, en las que el partido Vox obtuvo doce escaños en el Parlamento andaluz.

“En España no teníamos nada parecido a (la ultranacionalista Marine) Le Pen, en Francia, a (Matteo) Salvini, en Italia, a (Viktor) Orbán en Hungría”, sostuvo.

“En casi toda Europa hay movimientos de este tipo, de alguna manera también se puede pensar que el fenómeno que representa en Estados Unidos el presidente Donald Trump está en esta dinámica de rechazo al inmigrante, cierre de fronteras, proteccionismo, levantar barricadas culturales, rechazo a los movimientos de liberación y apertura social, a la mujer, a los derechos de los homosexuales”, comentó.

“Ahora ya no lo podemos decir (que España no tenga este problema), porque aunque sea a escala de Andalucía, ha aparecido un partido que tiene las mismas señas de identidad que estos ejemplos señalados en Europa”, subrayó.

Por ello, el ministro español apostó por que los distintos países hagan “más pedagogía” con la población para explicar los riesgos de estos movimientos, pero también que actúen “para hacer frente a la desigualdad y a la pobreza, que son las raíces en las cuales crecen estos partidos”.