Cáceres acoge la primera adaptación teatral de “El nombre de la rosa”

La primera adaptación teatral de “El nombre de la rosa”, la célebre obra de Umberto Eco, se estrenará el próximo 6 de junio en el XXIV Festival de Teatro Clásico de Cáceres, con los actores Karra Elejalde y Juan José Ballesta como protagonistas.

Elejalde y Ballesta darán vida a los personajes de fray Guillermo de Baskerville y su discípulo, Adso de Melk, respectivamente, según ha informado en nota de prensa la organización del certamen.

Se trata de una producción conjunta de las compañías Ados Teatroa, Al Revés Producciones, Tres Tristes Tigres y La Nave Producciones, que llevan años embarcadas en este ambicioso proyecto tras adquirir los derechos para su puesta en escena.

El montaje, que inaugurará la programación del festival, está dirigido por Garbi Losada, quien firma la adaptación junto a José Antonio Vitoria, y cuenta con 12 principales y unos 30 figurantes.

Una cuidada escenografía y el vestuario de época contribuirán a recrear la atmósfera de misterio que ideó el escritor italiano en su novela, según la organización del certamen.

“El nombre de la rosa” (1980) narra las peripecias de fray Guillermo de Baskerville y Adso de Melk mientras tratan de desentrañar una serie de extrañas muertes que se suceden en una abadía benedictina en el siglo XIV.

Con la Edad Media como telón de fondo, la obra contiene “una original mezcla de relato detectivesco a lo Agatha Christie y novela culta”, y se revela como una aventura laberíntica, que participa de las características propias de la novela policíaca, la crónica medieval, o la alegoría narrativa.

El éxito popular alcanzado por la primera novela de Eco fue similar al que obtuvo su versión cinematográfica, dirigida por Jean-Jacques Annaud en 1986 y protagonizada por Sean Connery, como fray Guillermo de Baskerville, y por un adolescente Christian Slater, como el benedictino Adso.

El montaje que se estrena en Cáceres supone la primera adaptación para el teatro de este “best sellers” de los años 80 que aborda, a juicio de la organización del festival, “un debate siempre vigente, como es el de la opulencia de la Iglesia Católica, el miedo al conocimiento y la censura del saber”.