Canadá estará representada por su gobernador general en los funerales de Castro

Canadá, uno de los principales aliados comerciales de Cuba, estará representada en los funerales de Fidel Castro, que se celebran mañana en La Habana, por su Gobernador General, David Johnston, informó hoy una fuente oficial del país norteamericano.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, designó a Johnston para encabezar la delegación de su país en el acto que se celebrará el martes por la tarde en la Plaza de la Revolución para despedir al exmandatario cubano, fallecido el pasado día 25 en la capital cubana a los 90 años.

Trudeau estuvo de visita oficial en Cuba hace dos semanas para reforzar y ampliar la cooperación bilateral y los lazos comerciales, en un viaje de dos días durante el que se reunió con el presidente Raúl Castro y dio una conferencia en la Universidad de La Habana.

En ese viaje también reafirmó la relación de amistad de Canadá con Cuba frente a las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de revertir el proceso de deshielo iniciado con la isla por el todavía gobernante Barack Obama.

La visita de Trudeau tenía además una fuerte carga personal, ya que su padre, Pierre Elliot Trudeau, que fue igualmente primer ministro de Canadá, tuvo una cordial relación con Fidel Castro y fue uno de los primeros gobernantes occidentales en poner los pies en Cuba tras el triunfo de la Revolución, algo que hizo en 1976.

Justin Trudeau mantuvo varios encuentros con Raúl Castro pero, en contra de lo que se esperaba, no le fue posible visitar a Fidel en su residencia, lo que algunos analistas interpretaron como un signo de que la salud del exmandatario podía haber empeorado.

La ausencia del primer ministro canadiense de los funerales de Fidel Castro se produce también después de que tanto la oposición de su país como medios internacionales criticaran con dureza el tono de su mensaje de condolencias tras la muerte del líder cubano.

En ese mensaje, Trudeau recordó que su padre consideró al líder cubano “un amigo”, pero a juicio de sus críticos le faltó mencionar la situación de los derechos humanos en la isla socialista.