Caprile supera la crisis por ser “pequeño, realista y pragmático”

El modisto Lorenzo Caprile ha reconocido hoy en el transcurso de una conferencia que esta atravesando la actual crisis económica de manera “mucho más llevadera” que otras firmas de moda al mantenerse “muy pequeño, realista y pragmático”.

Situaciones como la de Caprile, que trabaja por encargo desde su taller en la calle Salamanca de Madrid, y la de “las dos cadenas 'low cost'” españolas, apunta el modisto, son dos ejemplos de empresas que han sabido sortear las dificultades económicas.

Caprile ha hecho estas manifestaciones hoy en Castellón, donde ha ofrecido una charla-coloquio en la Fundación Caja Castellón sobre su trayectoria profesional.

El creador, que prefiere autodenominarse “modista” en lugar de “modisto”, ha vestido a personalidades destacadas como la infanta Cristina y la princesa Letizia, y asegura que su estilo es “no tener estilo”, lo contrario “sería presuntuoso”.

En el trabajo por encargo, como es su caso, explica el modisto: “nuestra profesionalidad es adaptarnos a lo que te piden tus clientas, que son las que te dan de comer”.

En su taller siempre se siguen las pautas de “calidad”, que el traje esté “bien hecho” y “realce lo estupendo de cada una y matice los defectos, que también se tienen”.

Asegura que “no es necesario ser estridente para que una mujer esté impresionante, sino más bien lo contrario”.

El mundo de la moda, ha asegurado Caprile, “es un mundo muy duro en el que se pone mucha ilusión y es muy fácil estrellarse y perder mucho dinero. Hay mucha muñeca rota”.

Actualmente, ha asegurado, “se pierde la perspectiva del sector, que al final debe tener como objetivo vestir a seres humanos”.

Sin embargo, ha añadido, en la industria de la moda “el objetivo no es que las personas estén guapas, sino que cambien de ropa más a menudo y consuman cada día más”.

El sistema es “implacable” y “mezquino” con unas “leyes muy duras que deja muchos cadáveres en el armario”.

Así, sobre las pasarelas y los desfiles, Caprile ha explicado que “obedecen a otras reglas”, son una “campaña impresionante de publicidad y márketing”.

A su juicio esto no justifica la “desfilitis” que tienen muchos creadores, que “no saben que les va a pasar después del desfile” y ha añadido no saber “si es que creen que se les va a aparecer Balenciaga resucitado”.

El Grupo Inditex, ha señalado, “no ha desfilado nunca y ahí están”, al igual que otros como Dolores Promesas, ha añadido, y “les va muy bien”.

La crisis, ha dicho, “se nota en todo” pero en España “las bodas son una tradición muy asentada y familiar, una alfombra roja a la que es muy difícil renunciar”.

En el mundo de la moda “no todo es hacer un dibujito y vestir una famosa, eso es lo más fácil”, asegura.

Más complicado es mantenerse en el trabajo diario, algo que él hace en su taller “sin ayudas de ningún tipo en veinte años”.

Caprile, que se inició en la carrera de figurinista en 2006, ha mostrado su satisfacción por haber colaborado con su amiga Sandy Powel, responsable de vestuario del film de Martin Scorsesse “El lobo de Wall Street”.

El modisto afirma no tener “mérito”, pero explica que por encargo de Powell realizó en su taller un traje de novia para una de las escenas de la película.

Caprile, que es gran aficionado al cine, ha asegurado que es una “magnífica película” y ha mostrado su deseo de que sea “una de las grandes triunfadoras de la noche de los Óscar”, o al menos, ha añadido, que el actor Leonardo Di Caprio se lleve el Óscar a mejor actor.