Cartes veta de forma parcial polémica ley de “blindaje parlamentario”

Asunción, 23 mar (EFE).-El presidente paraguayo, Horacio Cartes, vetó de forma parcial la ley aprobada por el Congreso que refuerza los mínimos para retirar la investidura a la legisladores, que fue contestada desde la sociedad civil, que la denunció como una suerte de “blindaje parlamentario”.

La ley sancionada por las dos Cámaras estipulaba la existencia de una mayoría de dos tercios en lugar de una mayoría simple para retirar la investidura de un parlamentario, junto a la condición de que habría una sentencia judicial firme contra el senador o el diputado en cuestión.

Es ese último punto el que queda vetado con el decreto presidencial, que objeta que una sentencia judicial supedite todo ese proceso, lo que se considera “completamente inapropiado al posibilitar manifiestamente la impunidad”, según el documento.

Cartes hizo referencia a esa impunidad hoy en su cuenta de Twitter, en la que hizo además un llamado a la institucionalidad.

“Con un NO rotundo a la impunidad y un SÍ a la institucionalidad, he decidido vetar parcialmente el proyecto de ley que reglamenta la pérdida de la investidura”, dijo Cartes.

La postura adoptada por Cartes ya había sido defendida la semana pasada por Mario Abdo Benítez, el candidato del gobernante Partido Colorado a las elecciones del 22 de abril, quien dijo estar de acuerdo con la mayoría de dos tercios que marcaba esa ley, pero no con la necesidad de una sentencia firme contra el parlamentario a ser despojado de investidura.

La normativa fue impulsada meses después de que el Congreso se viera sacudido por la divulgación de audios en los que se escuchaba a algunos legisladores ejerciendo presión sobre fiscales o haciendo referencia a ese tipo de tráfico de influencias.

Las cintas, difundidas por los medios, fueron el detonante de la pérdida de investidura, la primera en la historia del país, del senador oficialista Óscar González Daher, hoy imputado y entonces presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.

Semanas después, la Cámara Alta propuso hacer lo mismo con el senador conservador Jorge Oviedo Matto, quien acabó renunciando a su banca antes de que lo echaran acusado también de presunto tráfico de influencias.