Casado: “Turull se equivoca si ve espectáculos en el cumplimiento de la Ley”

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha rebatido al portavoz del Govern, Jordi Turull, que se equivoca “si ve espectáculos en el cumplimiento de la Ley”, después de que éste rechazase “espectáculos ni humillaciones” en la Generalitat por las pesquisas de la Guardia Civil en el caso del 3%.

“El señor Turull se equivoca si ve espectáculos en el cumplimiento de la Ley. El espectáculo es cuando se cometen ilegalidades y cuando se intenta fracturar a la sociedad catalana”, ha señalado hoy, en declaraciones a los medios, tras participar en Barcelona en un desayuno en Foment del Treball, patronal catalana.

Agentes de paisano de la Guardia Civil acudieron ayer al Palau de la Generalitat y al Parlament en busca de la agenda y los correos electrónicos del exconseller Germà Gordó, antes de interrogarle el próximo lunes, día 24, por el caso 3 %, de presunta financiación ilegal de CDC.

“No es ningún espectáculo; lo que tenemos que hacer es pasar de los teatros, los tuits y las declaraciones a lo que tienen que ser los puntos de acuerdo en lo que sí podemos acordar, que puede ser la financiación autonómica, las infraestructuras y las cosas que a los catalanes les importan”, ha subrayado Casado.

En este sentido, ha criticado que el Govern rehúse hablar de cuestiones que se enmarcan en la legalidad vigente y que, en paralelo, esté “seleccionando solo a los afines, a los más pata negra”.

Casado ha rechazado que el Gobierno catalán se convierta en un ejecutivo “identitario” y “de cordones sanitarios” en el que “cualquier discrepancia se convierta en la expulsión inmediata”, ha denunciado.

Estas consideraciones llegan después de que ayer se produjera una nueva dimisión, esta vez la número dos del Departamento de Enseñanza, María Jesús Mier, tras la remodelación del Govern que se efectuó la semana pasada.

“Están a tiempo de evitar una confrontación que no conduce a ningún sitio”, ha resuelto el dirigente popular, que ha comparado al gobierno catalán con una parte de la tripulación de un barco que no está de acuerdo en cómo se lleva el timón y que, en vez de ver cómo se puede reconducir la discrepancia, se dedica a destrozar su parte de la nave.