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Castilla y León carga contra Zapatero, el exministro Soria, el Gobierno e Iberdrola por el cierre de Garoña

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, en una imagen de archivo.

Laura Cornejo

Valladolid —

“Error histórico”, “pésima gestión”, “capricho ideológico”. El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez ha dado una rueda de prensa sobre el cierre definitivo de la central nuclear de Garoña (Burgos) en la que no ha ahorrado un sólo reproche a quienes considera responsables: desde el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero al exministro José Manuel Soria, e incluso a Iberdrola. Su comparecencia se ha producido poco después de que finalizase la del Ministro de Energía, Álvaro Nadal, anunciando que la reapertura de Garoña no se va a producir.

El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que hoy estaba trabajando en su despacho, no ha comparecido para valorar la decisión del Gobierno nacional y ha dejado la rueda de prensa en manos del vicepresidente.

De Santiago-Juárez ha confirmado que “el Gobierno de España informó ayer al presidente de la Junta de Castilla y León” sobre la decisión de no renovar la autorización de explotación de Garoña. El presidente Juan Vicente Herrera y el ministro Álvaro Nadal se reunieron en el despacho del primero. “Nosotros no compartimos esa decisión, no compartimos la decisión política adoptada por el Gobierno de España”, ha declarado el vicepresidente. “Es una mala noticia para los trabajadores, yo no sé si alguien ha pensado en los trabajadores, los cerca de 1000 trabajadores”, ha cuestionado.

El vicepresidente ha recordado que la Junta siempre ha defendido la continuidad de la central nuclear “siempre que fuese seguro para las personas y para el medio ambiente”. El cierre, según él, es una muy mala noticia para los trabajadores, para Castilla y León y para España. “Yo estoy convencido de que algún día alguien se dará cuenta del error, del error que se ha cometido”, ha insistido. Para la Junta, la energía nuclear debería formar parte del “mix energético nacional”. “El ministro nos informó ayer de esta decisión política y decidimos que era él quien debía comunicarla. Pero el asunto es: se empieza por Garoña ¿y por dónde se continúa? ¿Por el resto de las centrales? ¿Estamos tan sobrados de energía en España que vamos a desmantelar luego todas las centrales?” ha ironizado.

Sin aclarar a quiénes se refería, De Santiago Juárez ha manifestado que “muchos” iban a celebrar la decisión “desde la tumbona y el chiringuito” y que les invitaba a que visitasen el norte de Burgos para hablar con los trabajadores, “en vez de celebrarlo con una caña”.

Según el relato de los hechos del vicepresidente, “todo empezó por un capricho ideológico del presidente Zapatero”, que puso como fecha de cierre julio de 2013, y siguió “con una pésima gestión del ministro Soria”, de quien ha dicho que no le dedicaría “ni un minuto más” pero ha acotado una nota al margen: “parecía que teníamos razón los que decíamos aquellas cosas cuando era ministro y el tiempo nos la ha dado”. No ha parado ahí, el vicepresidente ha continuado asegurando que Soria había dejado pasar el tiempo, y ha precisado que entonces no había la misma situación parlamentaria que ahora. “Cambios de rumbo, cambios de criterio, cambios de opinión, incoherencias de la propia empresa” siguieron empeorando la situación. “Y así se consumó esto de lo que hoy estoy informando. Tenemos la sensación, en la Junta, de habernos quedado solos”, ha afirmado.

Ha definido la situación como “una especie de Fuenteovejuna, todos a una pero contra Garoña”, y ha insistido en que la Junta ha estado y se ha sentido “muy sola” en cuanto a la solicitud que hizo cuando el Consejo de Seguridad Nuclear dictaminó que la central Santa María de Garoña era segura. “Nos hemos quedado solos en el plano político interno –en referencia a los grupos parlamentarios regionales– y también en el externo”, por no haber recibido más apoyo en las alegaciones que el de la Asociación de Municipios Nucleares, ha comentado antes de calificar los hechos como un “error histórico”.

Herrera esta misma mañana ha mandado una carta a Mariano Rajoy en la que pide la puesta en marcha y liderazgo de un plan para la reindustrialización de la zona norte de Burgos en la que participe Nuclenor (Iberdrola y Endesa), “que se han estado beneficiando de Garoña muchos años”. Además ha adelantado que la Junta quiere implantar un tributo autonómico cuya recaudación se destinará a financiar un plan de ayuda al empleo en esa zona. La intención de la Junta es modificar el impuesto ya existente de afección medioambiental, para cobrar un impuesto porque Garoña se va a convertir en un almacén nuclear. “Hay unos residuos radiactivos depositados allí”, ha insistido el vicepresidente para justificar un gravamen del que “muchos se reían”.

De Santiago-Juárez ha finalizado afirmando que en la Junta se sienten “decepcionados, no traicionados, por el Gobierno de España, porque ”podía haber hecho otras cosas en la pasada legislatura“. A la pregunta de si Garoña ha podido ser una ”moneda de cambio para aprobar los presupuestos“, ha respondido que él no es analista político sino psiquiatra, si bien ha lanzado un último ataque: ”Iberdrola ha estado muy mal, de pedir la reapertura a esconderse y cambiar de criterio“. Recordó además que la proposición no de ley del PSOE sobre el cierre de Garoña no deja en este momento más opciones dada la actual situación parlamentaria, ya que se debatirá en septiembre y sólo se opondrán PP y Coalición Canaria.

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