Catalá defiende el acuerdo por la justicia como una oportunidad histórica

El ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, ha defendido hoy el acuerdo nacional por la justicia como una “oportunidad histórica” del nuevo Gobierno y el nuevo Parlamento para avanzar en transparencia, regeneración democrática y lucha contra la corrupción.

Catalá ha presentado hoy durante la inauguración de un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo su propuesta de estrategia nacional por la justicia, que el Gobierno del PP quiere promover en la próxima legislatura a través de un gran consenso de las fuerzas parlamentarias, pero también de los verdaderos actores de la justicia.

Todos comparten la voluntad de transformar la justicia, ha dicho el ministro, quien ha apuntado, además, que hay coincidencia entre sus propuestas y las del PSOE y de Ciudadanos.

El ministro en funciones ha repasado las reformas puestas en marcha en la décima legislatura y ha concluido que todavía “queda mucho por hacer”, porque aunque la justicia ha estado en la agenda política del Gobierno, todavía es la gran reforma pendiente y “urgente” de la democracia.

Por eso, ha defendido que el momento actual es “muy importante” para la justicia, por la oportunidad que tiene por delante el próximo Parlamento y el próximo Gobierno de promover un gran acuerdo nacional por la justicia, una estrategia nacional que va más allá del pacto de estado entre fuerzas políticas.

Según Catalá, esa es la mejor manera de dar estabilidad a este acuerdo y de evitar que “se den pasos adelante y hacia atrás” con los cambios de Gobierno.

La propuesta plantea un gran consenso por la regeneración, la transparencia y la lucha contra la corrupción y medidas para que la justicia sea más ágil y de más calidad, teniendo siempre en cuenta las demandas de los ciudadanos, que reclaman un reforzamiento ético del sector público y las instituciones.

El ministro en funciones ha apostado, entre otras medidas, por revisar el modelo del Consejo General del Poder Judicial porque, en su opinión, es una “paradoja” que una institución que nace para fortalecer el autogobierno de los jueces, esté en la base de una cierta deslegitimación de su independencia por el sistema de elección de los vocales.

También ha apostado por abordar las puertas giratorias entre la justicia y la política, el ejercicio del indulto por el Gobierno para poner límites o el régimen de aforamientos, además de regular los lobbies.