Centenares de personas recuerdan al fallecido Nobel Liu Xiaobo en Hong Kong

Centenares de personas se reunieron en Hong Kong para conmemorar el primer aniversario de la muerte del premio Nobel de la Paz y símbolo de la lucha por la democracia en China, Liu Xiaobo, que murió bajo custodia de un cáncer terminal.

Pese a la lluvia, un gran número de personas se concentraron anoche con velas para participar en una vigilia en Tamar Park, en un intento de mantener viva su memoria mientras las autoridades de Pekín siguen reprimiendo cualquier acto de conmemoración a Liu.

La muerte bajo custodia el 13 de julio de 2017 de Liu Xiaobo, galardonado con el Nobel de la Paz en 2010, conmocionó a todo el mundo ante al negativa del Gobierno chino de liberarlo pese a que sufría un cáncer terminal.

Para prevenir cualquier acto que recuerde al fallecido disidente en la capital china, el régimen comunista ha optado por las “vacaciones forzadas”, una práctica común en la que agentes de seguridad trasladan fuera de Pekín a activistas para mantenerlos alejados de eventos delicados para el Gobierno.

Un ejemplo es el caso del activista y amigo cercano a la familia Hu Jia, a quien las autoridades obligaron a marcharse a Chongli (noreste) días antes del aniversario del fallecimiento de Liu.

Por primera vez, la viuda del nobel, la poetisa Liu Xia, ha podido rendirle homenaje con libertad en su exilio en Berlín, adonde pudo viajar el pasado martes tras ocho años bajo arresto domiciliario sin haber sido acusada de ningún delito.

Liu Xiaobo fue una de las miles de personas que se concentraron en la plaza de Tiananmen para pedir reformas democráticas en 1989, unas protestas que le costaron su primera condena.

Después de otros dos pasos por la cárcel, en 2008 fue detenido por ser uno de los promotores de la llamada “Carta 08”, inspirada en la “Carta 77” de la oposición de la extinta Checoslovaquia, y en la que se pedían reformas democráticas, como el pluripartidismo o la libertad de expresión.

En 2009 fue condenado a 11 años de cárcel por “subversión contra el poder del Estado” y en 2010 fue galardonado con el Nobel de la Paz.