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Ciudadanos cree que Sánchez ha abierto un resquicio al diálogo con un PP sin Rajoy

Albert Rivera, durante su discurso.

Carmen Moraga

En política no todo es blanco o es negro. A veces hay quien ve matices en uno de los dos colores. Y este miércoles el partido de Albert Rivera cree haber visto en el discurso de Pedro Sánchez durante el debate de investidura de Mariano Rajoy un “pequeño” cambio en su posición inamovible a facilitar un gobierno del PP.  Un leve resquicio a que el 'no' rotundo de ahora se transforme, una vez que se celebren las elecciones vascas y gallegas el 25 de septiembre, en un “ya veremos” al PP. Pero no a Rajoy con el que el líder socialista no quiere ningún trato al considerarle responsable político de toda la corrupción que mina a su partido.

La intuición de los dirigentes naranjas se basa en que aunque Sánchez ha hecho un discurso “durísimo” basado precisamente en la corrupción del PP, ha centrado todas sus críticas en la figura de Rajoy y la gestión de su Gobierno. Pero sin descalificar a todo el PP. “Lo que España necesita no son cuatro años más de Rajoy, y colaborar a ello es el acto de más responsabilidad que un político puede hacer hoy en día”, ha afirmado Sánchez.

Otro de los motivos que ven los naranjas en el rechazo del líder del PSOE a un Gobierno del PP es la irrupción de Podemos en el panorama político. “Si no existiera Podemos, Sánchez ya se habría abstenido”, sostienen. 

No obstante, los de Rivera insisten en que a día de hoy no hay nada que intentar con Sánchez con el que el líder de Ciudadanos no mantiene ningún canal de comunicación desde antes del verano, a pesar de los llamamientos a la “responsabilidad” que le lanza en todas sus intervenciones.

La última, este mismo miércoles en la tribuna de oradores, desde donde le ha invitado a hacer juntos una oposición férrea a Rajoy para que cumpla no solo el pacto sobre la corrupción, sino también todos los compromisos de reformas que ha logrado incluir su partido en el acuerdo de investidura.

Ciudadanos sabe que de momento ese escenario de cambio en el PSOE es imposible porque Sánchez  no puede a estas alturas retroceder en sus posiciones. Sobre todo con la situación interna que tiene en su partido. “Pero a finales de septiembre puede haber partido”, insisten.

De mismo modo, también piensan que el PNV, cuyos cinco diputados son también decisivos para una investidura, tampoco va a moverse ahora del 'no'.  Todo estará en función de los resultados que arrojen las urnas en el País Vasco. 

Por si acaso, Rajoy ha tendido  la mano a Aitor Esteban, líder del PNV, para “poder funcionar juntos, no sé cuando; yo espero que sí  y que sea pronto”, según le ha dicho.

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