Tensión en el Gobierno británico por las restricciones que Cameron quiere imponer a la inmigración

El viceprimer ministro británico, el liberaldemócrata Nick Clegg, amenazó este domingo con bloquear nuevos intentos de sus socios conservadores en el Gobierno para imponer más restricciones a los inmigrantes de la Unión Europea (UE).

En un artículo publicado este domingo en el dominical The Sunday Times, el líder liberaldemócrata señaló que “ahí es donde ponemos la raya”, al tiempo que calificó de “populistas” y “arbitrarias” las medidas que barajan sus socios “tories” (conservadores).

Clegg ya ha alertado con anterioridad contra la posibilidad de que el primer ministro, David Cameron, apoye restricciones a la libre circulación de personas dentro de la UE, después de que se haya filtrado que la ministra de Interior, la conservadora Theresa May, estudia poner un tope de 75.000 inmigrantes europeos al año.

La propuesta de Cameron

En la cumbre europea de esta semana en Bruselas, Cameron instó a sus socios comunitarios a estudiar los mecanismos que existen en la UE para controlar los flujos migratorios, con el objetivo de establecer sistemas más estrictos que eviten grandes desplazamientos de ciudadanos dentro del bloque.

“No queremos repetir los grandes movimientos de inmigración del pasado, así que hay que volver a reconsiderar los controles de transición”, afirmó Cameron ante el levantamiento en enero de las restricciones para que puedan trabajar y establecerse en el Reino Unido los ciudadanos de Rumanía y Bulgaria.

Su Gobierno se ha dado prisa para introducir a última hora en el Parlamento una nueva regulación que desde el 1 de enero restringirá el acceso a las prestaciones sociales de los inmigrantes europeos.

Con el apoyo en este caso de los liberaldemócratas, esa normativa retrasará el cobro del subsidio de paro y el acceso a la ayuda de vivienda a los ciudadanos de cualquier país europeo durante los tres primeros meses de su estancia en el Reino Unido.

Una medida con “un enorme coste económico”

En su artículo de, Nick Clegg se refiere a la intención de los conservadores de imponer un tope de 75.000 inmigrantes europeos al año.

En su opinión, nuevas restricciones a la inmigración en el Reino Unido serían medidas “populares desde un punto de vista político”, pero tendrían “un enorme coste económico”, entre otros para el Sistema Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) y la City (centro financiero) de Londres.

“¿Qué pasaría si esta noche todos los europeos que viven en el Reino Unido se embarcasen o tomasen un avión y volviesen a sus casas? ¿Realmente queremos que se vayan los abogados alemanes, los contables holandeses o los ingenieros finlandeses? ¿Queremos el fracaso del NHS y paralizar la City?”, se pregunta Clegg.