Cocineros de ideas, ¿quién piensa para los políticos?

La destitución esta semana del director de la Fundación Ideas, vinculada al PSOE, por cobrar trabajos que firmaba bajo un seudónimo, ha podido poner en entredicho la imagen de este centro, un “laboratorio de pensamiento” que, al igual que otros, nutre de argumentos a los partidos políticos.

Sin embargo, estas “fábricas de ideas” han adquirido un peso de importancia en el ámbito del pensamiento tras años de esfuerzo y después de una dictadura que hizo que España llegara tarde al fenómeno de los llamados “think tank” en el mundo anglosajón.

Se definen a sí mismos como “lugares de reflexión”, sin ánimo de lucro, que reúnen a expolíticos, académicos, juristas y “pensadores” con el fin de influir en las políticas públicas, según han explicado a Efe tres destacados representantes de FAES, la Fundación Alternativas y el Foro de la Sociedad Civil.

EL NACIMIENTO DE LOS “THINK TANKS” ESPAÑOLES

El movimiento de los think tank aparece en España de forma tardía respecto a otros países como Francia, Alemania y Estados Unidos, donde estos centros ya estaban en ebullición mientras la dictadura de Franco obligaba a la clandestinidad a los “pensadores” españoles.

“Por las circunstancias que vivimos durante décadas en la dictadura, perdimos también el tren respecto al pensamiento organizado. Claro que había reflexión, pero o te organizabas en el régimen o no te organizabas”, señala a Efe el director gerente de la Fundación Alternativas, Carlos Carnero.

Esa situación -recuerda- ha provocado que durante años el pensamiento que ha dominado en el mundo haya sido el anglosajón, expresado en inglés.

El diputado del PP Gabriel Elorriaga, patrono de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), explica a Efe que estas instituciones han proliferado mucho en los últimos años en España con un esquema muy parecido al alemán.

Recuerda que las fundaciones alemanas tuvieron mucha influencia durante la transición y que ahora los partidos en las democracias occidentales están cada vez más concebidos como “maquinarias de poder” y estructuras organizativas orientadas a ganar elecciones, administrar y coordinador equipos de gobierno.

Cuando la democracia abrió de nuevo espacios de libertad, empezaron a aparecer en España estos centros de reflexión, los primeros vinculados a partidos políticos, como la Fundación Pablo Iglesias del PSOE.

Carnero destaca el esfuerzo realizado en estos últimos 20 años para poner en marcha “un pensamiento español” y que internacionalmente se expresa en castellano.

Otro análisis es el del presidente del Foro de la Sociedad Civil, el exministro de UCD Ignacio Camuñas: “la proliferación de centros de reflexión acontece también porque la situación del país lo demanda dado el contexto social y político”.

En opinión de Camuñas, “si todo fuera maravillosamente habría menos urgencia” en esa necesidad de abrir ámbitos de pensamiento.

QUIÉNES SON Y PARA QUIÉN TRABAJAN

Ser un altavoz de la sociedad y dejar su impronta en las decisiones de quienes gobiernan es el propósito de estas “fábricas” de pensamiento, que trasmiten sus propuestas a través de informes, jornadas, seminarios, libros o artículos de prensa.

Las hay privadas y dependientes de un partido, como FAES, presidida por el exjefe del Gobierno José María Aznar, que nació en 1989 con el objetivo de ser el “gran laboratorio de ideas” del “centro liberal y reformista”.

En FAES están como vocales (natos o designados) muchos dirigentes del PP, como Mariano Rajoy, Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Esperanza Aguirre, Javier Arenas, Jaime Mayor Oreja, Ana Mato, Federico Trillo o José Manuel Romay Beccaría.

Tal y como están estructurados los partidos, dice Elorriaga, éstos tienen “mucha dificultad” para generar debate político ya que no es esa su principal preocupación ni actividad.

Por ello, continúa, se ha ido a un modelo en el que se crea una organización paralela “plenamente partidista” ya que están financiadas por el partido y especializadas en “cubrir el hueco ideológico” mediante estudios e investigaciones.

Similar es la Fundación Ideas del PSOE, constituida en 2008, presidida por Alfredo Pérez Rubalcaba y con un patronato en el que están, entre otros, José Blanco, Valeriano Gómez, José Antonio Griñán, Ramón Jáuregui, Trinidad Jiménez o Patxi López.

El modelo de la Fundación Alternativas, que en 2012 cumplió 15 años de vida, es distinto.

Carnero recalca que es la única generalista en España que no es orgánicamente de partido y se financia a través de un sistema mixto: patrocinios privados de empresas o particulares y financiación pública que reciben por los proyectos que presentan a las administraciones.

Presidida por el cineasta catalán Pere Portabella, la Fundación Alternativas tiene un patronato igualmente “potente”, en el que se mezclan políticos como Felipe González con periodistas como Joaquín Estefanía y escritores como Rosa Regás, junto a abogados, catedráticos y magistrados.

Un tercer modelo es el del Foro de la Sociedad Civil, financiado con las cuotas de sus socios y constituido en 2008, según su presidente, en un momento en el que se consideró que España estaba agotando las ideas.

En ese contexto, dice Camuñas, la necesidad de “recargar pilas” llevó a profesionales, catedráticos, embajadores y representantes de las Fuerzas Armadas a constituir este foro para “enriquecer el panorama de las ideas”.

LA INDEPENDENCIA Y LA RELACIÓN CON LOS PARTIDOS

Algunas fundaciones niegan que el perfil político de muchos de sus miembros hipoteque su independencia.

“Cuando esas personas están en los patronatos de las fundaciones, francamente lo que hacen es aportar una gran experiencia y un gran conocimiento, pero no condicionan el trabajo; al contrario, lo impulsan de una manera muy positiva”, afirma Carnero tras recordar que su labor es voluntaria y gratuita, y que lo único que reciben es “satisfacción intelectual”.

El responsable de Alternativas asegura que su relación con el Gobierno, los partidos, sindicatos o empresarios se desarrolla desde la “absoluta independencia” y que es “imprescindible” ese contacto con quien está en el Ejecutivo y en la oposición porque, “al fin y al cabo”, se pretende influir sobre los “decisores”.

Las fundaciones directamente vinculadas a los partidos, como FAES o Ideas, no presumen de esa independencia.

“No son estudios independientes, ni tampoco lo pretenden. Son Fundaciones de partido, con una orientación ideológica explícita”, explica Elorriaga.

En ocasiones, los informes de FAES son elaborados a iniciativa propia. Otros los encarga el PP.

Uno de los últimos, presentado días antes de las elecciones catalanas, fue el titulado “El mito fiscal. Razones para un debate”, dirigido por Elorriaga y encargado por el propio Rajoy.

LA CRISIS Y EL PENSAMIENTO

Los centros de pensamiento no escapan a la crisis y Carnero advierte del riesgo que puede suponer la reducción de subvenciones públicas o patrocinios privados.

“El pensamiento es también parte de la famosa Marca España”, indica Carnero quien lanza “un llamamiento de urgencia” a la administración, porque “si se termina debilitando lo que hemos creado en estas décadas, tardaremos muchos años en recuperarlo” y en otros países “no bajan la guardia”.

Aunque su presupuesto se ha reducido en los últimos años, FAES siempre ha funcionado con poca plantilla y mucha colaboración externa, señala Gabriel Elorriaga.

El patrono de FAES asegura que la necesidad de debate ideológico y de pensamiento político no está en crisis y, de hecho, probablemente ahora “haya más necesidad de reflexión”.

Con él coincide Camuñas, para quien esto debería “estimular” a pensar: “de las crisis se sale con nuevas ideas, es un proceso de transformación de la sociedad y si se orientan bien el cambio puede llegar a ser positivo”.

LA INFLUENCIA REAL DE LOS “THINK-TANK”

Es complicado comprobar si las propuestas de las fundaciones llegan a ser recogidas por los gobiernos y a convertirse en leyes plasmadas en el BOE.

Un termómetro de su influencia es el interés que despiertan sus iniciativas, que son analizadas con lupa por administraciones y empresas privadas.

Carnero pone un ejemplo: “nuestros análisis sobre paraísos fiscales han estado encima de la mesa de muchas empresas a la hora de elaborar estrategias”.

Los trabajos del Foro de la Sociedad Civil están más en la órbita de la reforma política y la regeneración democrática, algo en lo que, según Camuñas, hay un gran retraso en España.

LOS “THINK TANKS” DE ESPAÑA EN EL MUNDO

Seis centros de estudios e investigación españoles entraron en 2012 en varias clasificaciones de los mejores del mundo, elaboradas por la Universidad de Pensilvania (EEUU), entre más de 5.000 instituciones.

El Real Instituto Elcano, especializado en seguridad y relaciones internacionales, ocupa el puesto número 40 en ese ránking de los mejores del mundo, en el que aparecen también la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo (FRIDE), el Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona, FAES, Ideas y la Fundación de la Innovación Bankinter.

España es el decimoctavo país del mundo con más centros de estudios, con un total de 55, y el octavo dentro de Europa occidental, por detrás de Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Suiza, Suecia y Holanda. Sonia López y Belén Anca.