La sede del Consejo Europeo cerrada tras varias intoxicaciones leves reabrirá este martes

El Consejo Europeo reabrirá el próximo martes uno de los edificios de su sede en Bruselas, cerrado desde el pasado 13 de octubre tras las intoxicaciones leves sufridas por parte de los trabajadores de las cocinas.

“El Edificio Europa reabrirá el martes 7 de noviembre. El personal con oficinas en el edificio regresará a sus oficinas y las principales salas de reuniones se podrán usar de forma habitual”, indicó en un comunicado la institución que representa a los Estados miembros de la Unión Europea (UE).

El Consejo precisó, no obstante, que seguirán cerradas las cocinas del inmueble, situado en el barrio europeo de Bruselas.

“La decisión de cerrar el edificio se tomó como medida preventiva tras incidentes en las cocinas hace unas dos semanas”, agregó el Consejo.

El inmueble, inaugurado el pasado diciembre, fue clausurado primero el 13 de octubre, después de que quince de los empleados de la empresa externa que explota las cocinas tuvieran que ser atendidos por náuseas, vómitos y picor de ojos.

Tras un primer análisis y una limpieza de los conductos de ventilación en parte de las instalaciones, el Edificio Europa reabrió la semana siguiente, pero de nuevo veinticinco empleados de la cantina sufrieron intoxicaciones leves.

El Consejo Europeo decidió entonces clausurar el edificio y llevar a cabo “investigaciones exhaustivas”, recordó en el comunicado, lo que obligó a trasladar la cumbre de líderes de la UE del 19 y el 20 de octubre a la antigua sede, conectada con la nueva por una pasarela.

Desde el pasado enero, los jefes de Estado y de Gobierno se reúnen en el nuevo edificio, mientras que el antiguo queda reservado, entre otros, para los medios de comunicación.

“Las investigaciones revelaron una serie de defectos en el sistema central de drenaje”, lo que supone que, “bajo ciertas circunstancias”, se generaban vapores tóxicos a partir de una mezcla de productos de limpieza.

Las cocinas disponen de un sistema de drenaje distinto al del resto del edificio, lo que permite dejar la cantina clausurada mientras se termina de corregir el problema al tiempo que se abren las instalaciones del resto del inmueble, donde se reúnen frecuentemente los distintos ministros de los países de la UE.