La nueva Constitución cubana, entre “realities” y series en el Paquete Semanal

La información sobre la actual reforma constitucional cubana convive estos días en El Paquete Semanal, la popular red alternativa de distribución 'offline' de contenidos en la isla, junto a estrenos hollywoodenses y programas de la televisión española de alta audiencia como “First Dates” y “Lazos de Sangre”.

En el país caribeño, uno de los más desconectados del mundo y donde aún el acceso a internet es muy caro para el cubano medio, esta colección privada e informal de series, “realities”, películas, revistas, aplicaciones y capturas de páginas web es la repuesta creativa a la imposibilidad de descargar o ver contenidos en línea.

“El Paquete es la alternativa que encontró una sociedad analógica para tratar de mantenerse al ritmo del mundo digital”, explicó a Efe Servando, un joven ingeniero que siempre busca primero la sección “Cultura e Historia”, que desde hace unas semanas incluye el texto del Anteproyecto que modificará la Carta Magna vigente (1976).

El borrador de la nueva Constitución, que pasará a consulta popular el próximo lunes y se votará en referendo el 24 de febrero de 2019, incluye entre otros cambios el reconocimiento de la propiedad privada y la modificación del concepto de matrimonio, lo que abre la puerta a las uniones entre personas del mismo sexo.

También instituye la figura del presidente y el primer ministro y elimina el término “comunismo”, aunque ratifica el papel del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único) como máximo poder en la isla, por lo que la reforma no implicará cambios sustanciales en el actual sistema político.

En la isla ya se han vendido más de 500.000 ejemplares del texto provisional de Constitución en formato papel, y su versión digital está disponible para la descarga gratuita en varias webs.

Una de ellas es el portal Nauta del monopolio estatal de las comunicaciones Etecsa, que ofrece servicios de conexión en puntos públicos wifi (1 dólar la hora) y ahora también en los hogares, con paquetes que van desde los 15 a los 70 dólares, precios altos frente al salario medio estatal, que no llega a los 30 dólares mensuales.

Para Servando, “fiel consumidor del Paquete”, es “más cómodo copiar digital el Anteproyecto”, porque tanto él como sus amigos lo hacen “todo” en sus ordenadores portátiles pero no tienen internet en sus casas y la hora de conexión que pagan la usan “en Facebook o Instagram”.

Desde hace unos cinco años El Paquete Semanal se ha convertido en el principal medio de distribución para los cubanos, que pagan 1 Terabyte de información a 1 ó 2 CUC (moneda artificial equivalente al dólar) según el momento de la semana en que lo compren.

Bautizado por el crítico cubano Víctor Fowler como “el internet de los pobres”, El Paquete se volvió popular como alternativa a la gris programación de la televisión estatal, al punto de que ya se crean contenidos específicos para él, como es el caso de los “youtubers paqueteros” o la publicidad de negocios privados cubanos.

Actualmente existe más de una “casa matriz” que descarga, compila y distribuye en memorias y discos duros su propia colección por todo el país, donde se sigue con fervor las sagas familiares contadas en la española “Lazos de Sangre”, de TVE, y las citas a ciegas organizadas en el “reality” “First Dates”.

Hasta ahora El Paquete había eludido el férreo control del Estado cubano sobre los contenidos audiovisuales bajo la supuesta promesa de los “paqueteros” de no incluir materiales de contenido político, lo que ha asegurado su supervivencia pese a las críticas de las autoridades culturales por lo “frívolo” de sus propuestas.

Sin embargo, al menos en las últimas dos entregas - según pudo constatar Efe-, en la sección “Cultura e Historia” se pueden copiar archivos sobre la reforma constitucional, la Carta Magna vigente, el PCC, la Revolución Cubana y hasta el famoso alegato del fallecido Fidel Castro “La historia me absolverá”.

Para algunos, como Gabriel, “esta es la prueba de que el Estado está metiendo las manos en el Paquete”, aunque afirma que eso no le afecta “mientras no quiten El Paquete” ni supriman las series y las películas “con las que se entretienen 11 millones de cubanos”.

“Si lo prohíben, creo que me da una cosa”, bromeó el joven habanero, que afirmó estar al tanto pero restó importancia a la polémica reciente por la supuesta retirada de El Paquete de la serie “El Señor de los Cielos”, de la cadena estadounidense en español Telemundo, en la que se vinculaba a Cuba con el narcotráfico.