La próxima fiscala general: “La política me interesa como afición cultural”

La fiscala de sala Consuelo Madrigal ha defendido este jueves su perfil profesional, alejado de cualquier militancia, ante los diputados que la evaluaban como próxima fiscal general del Estado. “He aceptado porque el Gobierno podía o tenía a su alcance un nombramiento diferente, político. Habría políticos dispuestos, o compañeros juristas, que podrían tener un perfil más político. Yo no estoy en la cabeza del Gobierno, pero mi perfil no es político, es profesional. La política me interesa como afición cultural, como la historia”, ha asegurado Madrigal ante la comisión de Justicia del Congreso.

Su comparecencia se debatía entre el trámite o la exigencia parlamentaria. El Estatuto Fiscal señala que es obligatoria, pero los diputados ni siquiera votan la idoneidad de la candidata propuesta por el Gobierno, desde un acuerdo tácito adoptado en tiempos de Cándido Conde-Pumpido. Una de las palabras de moda se ha colado así en la Cámara esta mañana: “hearing”, han repetido varios diputados para referirse a la presentación de Madrigal.

El más explícito en su interrogatorio ha sido Gaspar Llamazares. ¿Le ha exigido algo el Gobierno?, le ha preguntado. “No me ha exigido nada, no me ha pedido nada, solo que aceptara”, ha contestado Madrigal, insistiendo en su perfil profesional: 34 años en la carrera fiscal y ni siquiera afiliada a una asociación, conservadora o progresista.

Sin embargo, la firma en 2008 de un manifiesto contra el aborto ha dado pie a Llamazares para preguntarle por su posible pertenencia a alguna organización religiosa, una pregunta que ha causado escandalosa indignación en los diputados del PP. “No pertenezco a ningún movimiento religioso. Soy católica, lo digo sin orgullo, sin vergüenza, como tantos ciudadanos españoles. Y sin tener obligación, porque la Constitución me ampara. Practico mi religión en la parroquia más cercana”, ha afirmado Madrigal en su turno de respuesta.

Respecto a la firma del manifiesto, Consuelo Madrigal ha dicho haberlo hecho acogiéndose a su libertad de expresión y manifestación. Lo volvería a hacer, ha añadido, pero siempre precisando públicamente que su “obligación no es otra que defender la legalidad en los términos que las leyes los definan”.

También en respuesta a Gaspar Llamazares ha negado haber militado en algún partido o tener cuentas en el extranjero. Y ha precisado, sin que se le hubiera requerido, que solo figura en dos cuentas bancarias junto a su marido, con el que está casada en régimen de bienes gananciales. Las dos cuentas, ha rematado, las tiene abiertas en una sucursal próxima a su domicilio.

Durante la comparecencia, varios diputados de la oposición han mostrado su oposición a que el fiscal general sea propuesto por el Gobierno y no por la Cámara. Ella ha comentado que “probablemente” tenían razón, pero que esa reforma no le competía a ella sino a sus señorías. En cualquier caso, de no contar con el aval de la cámara, la fiscal ha dicho que abandonaría su propósito de ser fiscal general. CiU y ERC, por su disconformidad en el método de elección, han dicho que se abstendrían. Aun así valoraron, como todos los grupos sin excepción, la trayectoria profesional de Madrigal.

Respecto a su predecesor, Madrigal solo ha tenido palabras de elogio como fiscal y persona para Eduardo Torres-Dulce. Ha dicho conocerle en plano corto porque son amigos desde hace años y así se ha atrevido a decir que las razones que debió valorar para su renuncia fueron las mejores, no solo en el plano personal, sino también en el “institucional”. “Hizo de la independencia su bandera de trabajo”, ha dicho en otro momento.

Sobre posibles injerencias, ha asegurado que se pueden producir del Gobierno, la oposición o los medios de comunicación, pero que la mejor forma de enfrentarlas es una elevada cualificación técnico-jurídica, sobre las que se basarán las decisiones de la Fiscalía, ha adelantado.

También se ha referido a la carencia de medios materiales y humanos que denunció una y otra vez su predecesor. En este plano, ha solicitado unas secciones especializadas de investigación que integren policías, funcionarios de la Agencia Tributaria y de la Intervención General, entre otros. Ha rechzado que todo ese déficit actual se pueda compensar con el celo de los fiscales, pero mientras llegan los medios, ha dejado una frase: “la diferencia entre lo posible y lo imposible es un corazón dispuesto”.

En contra de alcanzar acuerdos con los imputados

En los macro-procesos por delitos económicos se ha mostrado favorable de “desgajar” investigaciones para que las instrucciones no se eternicen y se llegue “lo más pronto posible” a una sentencia. En el mismo sentido, ha dicho que se evitarán acuerdos entre acusaciones y defensas “difícilmente asumibles por la sociedad”. Entre los objetivos prioritarios, ha añadido, está recuperar el dinero del delito y “trasladar a los ciudadanos y a la sociedad desmoralizada que delinquir no es rentable” siempre con el respeto al derecho a las garantías de todos los inculpados. “No debe haber zonas de penumbra en las que se puedan agazapar quienes se lucran del interés común”, ha apostillado.

Los grupos catalanes han mostrado su desacuerdo con la actuación de la Fiscalía en el asunto de la consulta y que le ha valido la imputación a, entre otros, el president Mas. Ella ha recordado que había participado en la reunión de 27 fiscales de sala en la que se decidió la conveniencia de interponer la querella y en la que solo uno de los representantes del Ministerio Público puso objeciones “procesales” a la misma.