Corinna: “Estoy pensando en no volver a España”
Corinna Sayn Wittgenstein no tiene intención de permanecer callada. La amiga del rey Juan Carlos supo que la revista norteamericana Vanity Fair estaba realizando un largo reportaje sobre los problemas personales y políticos del monarca y se puso en contacto con el periodista para dar su versión.
La princesa alemana afirma que ha puesto fin a sus viajes a España. Sin anonimato, cualquier aparición despertaría la máxima expectación: “Desde diciembre del año pasado no he ido a España y estoy pensando en no volver. No es ni apropiado ni inteligente”.
Ese problema no ha afectado en absoluto a su relación con Juan Carlos I: “Sí, somos buenos amigos. Hay quienes no entienden que estas cosas puedan pasar en un determinado momento y que terminan, aunque nuestra amistad no termine. Ahora es un hombre mayor que tiene que hacer frente a sus problemas de salud, por lo que creo que necesita toda la ayuda posible. Hay quienes esperan que ocurra algo grande de una manera u otra, pero no, no va a pasar nada salvo que él no pueda irse de caza y que yo no puedo ir a España. Seguimos en contacto. Llama a mis hijos cada semana para ver cómo están. Se comporta como lo hacemos usted y yo con los amigos”.
El reportaje indica que la mayor parte de las personas contactadas dan por hecho que el rey y Corinna tuvieron una “relación romántica”. “Dicen que el rey estaba muy enamorado”, dice un anónimo amigo norteamericano de la alemana. Otra fuente anónima es tajante: “Ella no es trigo limpio. Y él es un viejo estúpido. Ella sabe cómo utilizarle”.
Corinna niega haber obtenido beneficios económicos de su amistad con el monarca, aunque al mismo tiempo admite que el contacto con él ha sido durante mucho tiempo la mejor forma de hacer negocios rentables en España: “Nunca he hecho negocios para el rey ni he recibido dinero en su nombre. Los negocios en España se han hecho en los últimos 30 o 40 años de una forma muy particular. Quien quería llegar a grandes acuerdos con empresas españolas en Oriente Medio, Europa del Este o Latinoamérica sabía que la persona a la que políticos y empresarios llamaban es al rey, y el rey hacía las llamadas necesarias”.
El reportaje incluye un párrafo revelador sobre la influencia política del rey en los primeros años de la democracia, basado en el testimonio de Simeón II, antiguo rey búlgaro y amigo de Juan Carlos de Borbón. Simeón le visió cuando se estaba redactando la Constitución y encontró muchos papeles en su habitación desperdigados por la habitación, tanto en la mesa como en la cama. “¿Qué es todo esto?”, le preguntó. “Es el borrador de la Constitución”. El búlgaro vio que había muchos párrafos tachados. “Son mis prerrogativas”, le dijo el rey. Su amigo se quedó sorprendido porque estuviera eliminándolas. “No veo por qué debo tener tantos poderes”, fue la respuesta.
La amiga alemana del rey niega tener ninguna intención específica sobre el rey, más allá del deseo de conservar su amistad. Con la reina Sofía, no tiene relación: “Sólo me encontré con ella una vez. Por casualidad”.
