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Cosidó prohíbe a los policías fardar con los coches incautados a los narcos

Cosidó celebra con un grupo de agentes que el Twitter de la Policía haya alcanzado el millón de seguidores

Pedro Águeda

Se acabó acudir a las citas con los confidentes en un deportivo biplaza. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha dictado una orden interna sobre la utilización de la flota policial por la que se prohíbe a a los agentes utilizar los llamativos y caros coches incautados a los delincuentes, la mayor parte de ellos narcotraficantes. Los policías de las unidades especializadas solían servirse de este tipo de vehículos con autorización judicial, pero los gastos que conllevan y la actual situación de ajuste presupuestario por la crisis han llevado al Ministerio del Interior a prescindir de su uso.

En una resolución dictada el 18 de septiembre, a la que ha tenido acceso eldiario.es, Cosidó advierte en contra de la integración en la flota policial de “marcas y modelos de elevada cilindrada, excepto que razones operativas justificadas así lo aconsejen”. Esto es, la Policía limitará la utilización de esos coches a aquellos operativos en los que los policías solo puedan pasar inadvertidos conduciendo modelos de lujo y no cuando provoquen el efecto contrario.

De hecho, la orden apunta a que algunos policías estaban haciendo un uso inadecuado de los coches incautados. “No se solicitará el uso de aquellos vehículos que por su aspecto llamen la atención y se consideren de escasa aplicación operativa policial, como en el caso de los vehículos deportivos de dos plazas, descapotables, marcas o modelos de escasa implantación en el mercado nacional, etc…”, recoge la resolución.

En esta línea, el director de la Policía pide que los policías utilicen para su trabajo coches que no inviten a a los ciudadanos a confundirlos con amantes del tunning. “Tampoco se admitirán accesorios llamativos, poco comunes o que no estén homologados, como por ejemplo, ruedas de perfil bajo, llantas de aleación, alerones, spoilers, etc.”, añade.

Según fuentes de la Policía Judicial, solo las unidades que participan en las investigaciones contra las redes que utilizan coches de lujo podían luego solicitar su uso. Este, ya estaba vedado a otros agentes cuyo destino no está vinculado al crimen organizado. Además, siempre se ha limitado esta práctica a los coches que eran utilizados para la comisión del delito, revirtiendo así el uso que le daban los delincuentes. Por eso, Cosidó incide en que “sólo se solicitarán cuando se tenga certeza sobre su titularidad y cuando su implicación en los que se imputan estén suficientemente probados”.

En previsión de posibles gastos innecesarios, la Dirección de la Policía establece como criterios adicionales para incorporar coches a su flota que no tengan más de 4 años o 100.000 kilómetros y que su puesta en funcionamiento no vaya a suponer “gasto económico alguno”.

Y nada de utilizar los coches incautados para salir a cenar o llevar a los niños al colegio. “Únicamente serán utilizados para el desempeño de servicios de carácter oficial”, advierte la nota interna. Por si no ha quedado suficientemente claro, el director precisa: “tendrán esta consideración los desplazamientos que se deban realizar por razón de actividades profesonales, sean en labores operativas o de gestión, así como los demandados por asistencia a reuniones, eventos institucionales o actos protocolarios de representación”.

La instrucción dictada por Cosidó alude a toda la flota del Cuerpo Nacional de Policía. Con el mismo motivo de ahorrar, el director de la Policía “prohíbe terminantemente” a los policías llamar a la grúa si han pinchado una rueda, ya se trate de un vehículo ‘K’ (camuflado) o de los ‘Z’ (radiopatrulla). Así que, en caso de pinchazo, los policías se tendrán que manchar las manos de grasa, sin excusas.

Conducción “responsable y eficiente”

Igualmente, el director de la Policía advierte contra los hábitos de conducción cinematográfica: “La conducción de los vehículos policiales siempre deberá realizarse de forma responsable y eficiente, cumpliendo en todo momento con lo dispuesto por la normativa vigente en materia de seguridad vial”.

Esta restricción en el uso de coches incautados contrasta con otra decisión del Ministerio del Interior, que incorporó el pasado verano al servicio de los altos cargos del Ministerio del Interior un total de cuatro coches blindados, incautados en una operación contra el blanqueo de capitales. El departamento que dirige Jorge Fernández Díaz aseguró a El Mundo que jubilando o subastando los coches oficiales anteriores e incorporando los requisados en la Operación Loro se ahorraban 400.000 euros.

Recientemente, la Dirección de la Policía estrenó nuevas divisas, con un carácter marcadamente militar. Fuentes del propio Cuerpo calculan que el gasto por lucir en los hombros y el pecho la corona real, bastones de mando y galones puede ascender a 3 millones de euros.

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