Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Cristian Crusat, un viaje por la eterna precariedad y el desierto espiritual

Cristian Crusat, un viaje por la eterna precariedad y el desierto espiritual

EFE

Bruselas —

0

Seis personajes en constante desplazamiento a través de paisajes áridos y “desiertos espirituales” permiten al joven español Cristian Crusat expresar la sensación de “eterna provisionalidad”, en un libro de relatos por el que recibe hoy el Premio de Literatura de la UE 2013.

Crusat (Málaga, 1983) ha sido uno de los trece escritores europeos premiados con este galardón que reconoce a los mejores autores emergentes del continente, en su caso por el libro de relatos “Breve teoría del viaje y el desierto” (Editorial Pre-Textos).

La obra reúne seis historias con personajes diferentes ubicados en distintas partes del mundo, todas ellas “marcadas por las palabras clave de viaje y desierto” como reflejo de sus circunstancias existenciales, explicó hoy el autor en una entrevista a Efe.

“Son seis momentos que intentan alcanzar algo de sentido o de realidad en la travesía por el desierto de la vida, y en las condiciones de provisionalidad que nos atenazan”, subrayó el autor, quien cita a Marcel Schwob, Jorge Luis Borges y Roberto Bolaño entre sus referentes literarios.

El desierto es así tanto un “paisaje espiritual” como “físico”, ya que las historias contienen personajes que sufren la soledad y el desasosiego y transcurren en escenarios como Arizona (EEUU) o Almería (España).

Los protagonistas “no tienen domicilio fijo ni planean quedarse mucho tiempo en el lugar en el que se encuentran”, y “buscan algo que no encuentran porque ni siquiera saben lo que quieren”, relató Crusat.

“Es una reflexión sobre el hecho de que, al no fijarnos metas concretas en la vida, evitamos también un fracaso concreto. Es una forma de protegernos”, señaló el autor.

Este “viaje” o desplazamiento constante de los personajes también refleja el contexto de “provisionalidad” o “precariedad” -palabra que Crusat prefiere evitar por estar “manida” en el ámbito laboral-, vivido por el propio autor.

Crusat, quien trabaja actualmente como lector de español en Marruecos, está “acostumbrado” a esta “sensación de eterna provisionalidad” y encuentra en ella la inspiración para sus obras, después de haber vivido en España, Francia y Holanda con distintas becas y empleos.

No obstante, dice sentir “bastante pena” por la forma en que ha cambiado la percepción de los españoles en el extranjero, que son vistos “con sospecha” y “con más prejuicios” desde el estallido de la crisis económica.

También critica que irse al extranjero se haya convertido “en una imposición en lugar de una decisión” para los jóvenes españoles, ya que en otros países “tampoco hay tantas posibilidades de trabajar” y “no siempre se trata de una experiencia muy bonita”.

El autor recibirá el Premio Europeo de Literatura 2013 de manos de la comisaria europea de Educación, Juventud, Cultura y Multilingüismo, Androulla Vassiliou, en una gala que se celebra hoy en Bruselas.

Crusat ha aprovechado la oportunidad para conocer a algunos de los otros doce premiados europeos “que no son accesibles para el público de otros países”, como jóvenes autores bosnios, macedonios, estonios o eslovenos, así como a editores extranjeros.

“Lo más importante que aporta este premio es propiciar que otros editores traduzcan el libro a alguna lengua europea”, dijo Crusat, quien señaló que un editor búlgaro ya ha manifestado su interés por la obra.

El autor malagueño afronta ahora su futuro literario con “cierta seguridad”, y aunque planea ya escribir su primera novela, no vive de la literatura “ni lo pretende”.

Crusat es también autor de “Estatuas” (2006) y “Tranquilos en tiempo de guerra” (2010) y ha publicado trabajos en revistas literarias españolas y latinoamericanas.

El Premio de Literatura de la UE, que se concede cada año a un grupo de los 37 países europeos participantes, supone una ayuda en metálico de 5.000 euros y un respaldo económico para las editoriales que editen los libros premiados en otros idiomas oficiales de la UE.

Crusat es el segundo español en recibir este premio organizado por la Comisión Europa y por las Federaciones Europea e Internacional de Libreros (FEIL) y de Editores Europeos (FEE), después de Raquel Martínez-Gómez, galardonada en la edición de 2010 por su novela “Sombras de unicornio”.

Etiquetas
stats