Dastis viaja a Irán para alentar reformas políticas y económicas

El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, viaja esta semana a Irán para “conocer de primera mano” y alentar las reformas políticas y económicas que permitan al régimen abrirse a la comunidad internacional y atraer inversiones y empresas extranjeras.

En el transcurso de su visita, Dastis tiene previsto reunirse con el presidente del Parlamento iraní, Ali Larijani; el consejero de Asuntos Exteriores del líder supremo iraní, Ali Akhbar Velayati; y con el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, detallaron fuentes diplomáticas.

El objetivo de Dastis en estas reuniones es reiterar la posición europea de mantener el acuerdo nuclear alcanzado en julio de 2015 pese a las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de anularlo a menos que se reforme para que el compromiso iraní tenga carácter permanente y no tenga fecha de caducidad.

Para la UE, el acuerdo nuclear debe pervivir pese a que tiene claras “carencias” como que Irán se compromete a no desarrollar armas nucleares en los próximos diez años, pero “es un acuerdo firmado por Irán, que contribuye a la no proliferación y a la estabilidad en la región”, precisaron las fuentes de Exteriores.

Además, Dastis llega a Irán en un momento de grandes tensiones internas provocadas en parte por la situación creada por las sanciones económicas y financieras impuestas por la comunidad internacional que ha llevado a la población a protagonizar grandes protestas y manifestaciones en las principales ciudades del país.

Las protestas -ocurridas el pasado mes de enero- fueron reprimidas por el Gobierno y se saldaron con 25 muertos. A ellos se suma el malestar causado por la detención de 29 mujeres por participar en acciones reivindicativas en contra del uso obligatorio del velo islámico.

La segunda jornada del viaje, el jueves 22, Dastis tiene previsto mantener un encuentro con representantes de empresas españolas establecidas en Irán para conocer sus necesidades e inquietudes.

La firma del acuerdo nuclear, la retirada de las sanciones financieras y comerciales y la normalización de relaciones con Irán debía haber impulsado la llegada de empresas e inversiones extranjeras.

Sin embargo, la falta de seguridad jurídica, el retraso en las reformas económicas y -sobre todo- la amenaza de Donald Trump de reactivar las sanciones impuestas, lo que perjudicaría a empresas con intereses en Estados Unidos e Irán, ha frenado la que se esperaba fuera una “llegada masiva” de empresas.