Destituyen al número dos de los separatistas prorrusos de Donetsk

El llamado Consejo del Pueblo (Parlamento) de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), en el este de Ucrania, destituyó hoy al presidente de la cámara, Andréi Purguín, por favorecer la desestabilización del territorio rebelde.

“La gota que ha colmado la paciencia de los diputados fue el intento de torpedear la sesión del Consejo del Pueblo de hoy, cuando los diputados tuvieron que escuchar declaraciones embusteras hechas con el objetivo de desestabilizar la situación”, explicó la decisión Denís Pushilin, nombrado nuevo presidente del Legislativo rebelde.

El también jefe negociador de los RPD en el Grupo de Contacto de Minsk, formato de diálogo entre representantes del Gobierno de Kiev y de los separatistas, agregó que Purguín ha sido influencia por el hasta ahora jefe de la administración del Consejo del Pueblo, Gueorguí Alexándrov.

El llamado Ministerio de Seguridad del Estado de la RPD, una especie de servicios secretos de la autoproclamada república, investiga a Alexándrov “por su actividad destructiva, que constituye una amenaza para la seguridad nacional” del territorio, informó DAN, la agencia de noticias de los sublevados de Donetsk.

Según un comunicado del citado ministerio, Purguín y un grupo de diputados de la RPD “aprovecharon su condición de aforado para ayudar a Alexándrov a cruzar ilegalmente la frontera y en la actualidad le ayudan a esconderse de la Justicia”.

“El Ministerio de Seguridad del Estado le ha prohibido a Alexándrov la entrada en la RPD”, aclaró DAN.

Las fuerzas de Kiev y las milicias separatistas decretaron el pasado martes “un alto de fuego total” en la zona del conflicto con motivo del inicio del curso escolar.

Pese a que los Acuerdos de Minsk para el arreglo del conflicto firmados en febrero ya instauraron un régimen del alto el fuego, las hostilidades nunca cesaron del todo y las dos partes se acusaban casi a diario de ataques contra sus posiciones y contra la población civil.

Según los últimos datos de la ONU, cerca de 7.000 personas, entre civiles y combatientes, han muerto en el este de Ucrania en dieciséis meses de conflicto.