Dimite el ministro de Exteriores rumano por el caos en el voto en el extranjero

El ministro de Asuntos Exteriores de Rumanía, Titus Corlatean, presentó hoy su dimisión ante las críticas de miles de rumanos residentes en el extranjero que no pudieron ejercer su derecho al voto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado 2 de noviembre.

“Como ministro, tengo la obligación de asegurar el respeto a la legalidad, pero también la preservación de la imagen y el prestigio de la institución. Por tanto, he informado al primer ministro (Victor Ponta) de que he decidido dejar mi cargo”, anunció Corlatean en una rueda de prensa.

Ponta aceptó la dimisión y ha propuesto como sustituto a Teodor Melescanu, antiguo jefe de los Servicios de Información Exterior (SIE), una agencia de inteligencia.

La escasez de oficinas para depositar el voto provocó que miles de rumanos residentes en el extranjero tuvieran que guardar fila durante horas para depositar su voto.

En ciudades como París y Londres se llegaron a producir manifestaciones espontáneas y en la capital francesa la Embajada de Rumanía se vio obligada a pedir ayuda a la Policía para evacuar a decenas de personas que se negaban a marcharse hasta que se les permitiera votar.

Tras las primeras críticas, Corlatean anunció que se aumentará el número de cabinas electorales pero que no podía hacer lo mismo con los centros electorales porque la legislación lo prohíbe, una explicación que ha sido cuestionada por la propia Oficina Electoral.

El saliente presidente rumano, Traian Basescu, ha pedido la dimisión del ministro quien a su vez acusó al jefe del Estado de intentar forzar la ley para beneficiar al candidato liberal a sustituirle, Klaus Iohannis.

Su principal rival es el socialdemócrata Ponta, que en la primera vuelta sacó a Iohannis diez puntos de ventaja, aunque el candidato liberal se impuso con rotundidad en el voto en el exterior, que suele beneficiar a los partidos y aspirantes conservadores.