Docentes destacan el valor de los departamentos de Orientación y protocolos de agresión

Sindicatos de docentes han mostrado hoy su “consternación” y “estupor” ante el asesinato de un profesor a manos de un alumno en el Instituto Joan Fuster (Barcelona) y han destacado la importancia que tiene para un centro los departamentos de Orientación y los protocolos contra agresiones.

Así lo han asegurado en declaraciones a Efe representantes de las federaciones de la Enseñanza de CCOO, STES y CSIF, la Asociación Nacional de Profesores de Enseñanza (ANPE) y la Federación de directores de institutos Fedadi, que han asegurado, además, que creen que es el primer caso en España de estas características.

El presidente de ANPE, Nicolás Fernández Guisado, ha lamentado este suceso “tan impactante”, algo que solo se ha visto “en telediarios de otros países”.

Ha explicado que el informe anual de la Defensora del Profesorado de ANPE recoge todos los años los diversos aspectos de la convivencia en el ámbito escolar pero que la parte de agresiones, “la más grave”, representa entre el 1 y 2 % de los casos y que el 5 o 6 % son amenazas sin causar lesión.

También hay otros casos de indisciplina, interrupción de convivencia, el uso de nuevas tecnologías para difundir vídeos o mensajes de amenazas, ha dicho Guisado, que ha recordado que en la Lomce se refuerza la figura del profesor como autoridad.

El portavoz de STES, Augusto Serrano, ha expresado su “sorpresa” ante un caso “de tanta violencia” (el autor del crimen tiene 13 años) y ha reclamado que se vuelva a dotar de los medios adecuados a los departamentos de Orientación de los centros.

En dichos departamentos -ha continuado- se puede detectar “si un alumno tiene rasgos violentos”.

Serrano ha asegurado que, según las comunidades, estos departamentos cuentan con unos miembros u otros pero que, en general, están compuestos por profesores de apoyo, psicólogos y pedagogos.

El presidente de CSIF, Adrián Vivas, ha recalcado que los centros son instituciones sociales que funcionan como “cajas de resonancia de los problemas que se manifiestan fuera”.

Ha resaltado que “la violencia de alta intensidad” como es este crimen se reconoce rápido y se reacciona, pero ha subrayado que hay que trabajar diariamente en la de “baja intensidad” como las faltas de respeto, los insultos o los chantajes que “socavan” la convivencia de los colegios e institutos.

“En los centros está bien que hay buenos contenidos, currículos, profesores, pero lo vital en cualquier sociedad normal y avanzada es una ración fuerte de valores, de recuperarlos después de una época en la que parecía que se han perdido, que todo valía y consentía”, ha apuntado.

Desde CSIF, se ha reclamado, además, un protocolo de agresiones para el conjunto de las administraciones públicas y en todos los niveles, revisar los ya existentes como en Sanidad y Educación y dotarlos de recursos que lo hagan efectivos.

El secretario general de la Federación de la Enseñanza de CCOO, Francisco García, ha expresado su “consternación, dolor, apoyo y solidaridad con el centro y las familias” afectadas.

Por su parte, el presidente de Fedadi, Alberto Arriazu, ha asegurado que se trata de un caso “afortunadamente anecdótico”, ya que lo normal es rayar el coche de un profesor o la “broma pesada” de quitarle la silla.

Arriazu, sin querer entrar en conclusiones, ha reconocido la “dificultad” de detectar con antelación casos tan violentos como este, que ha causado tanto “estupor”.