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El disidente de ETA Rekarte cree que la banda “debe desaparecer ya” y la IA reconocer su responsabilidad

El disidente de ETA Rekarte cree que la banda "debe desaparecer ya" y la IA  reconocer su responsabilidad

EUROPA PRESS

VITORIA —

El disidente de ETA Iñaki Rekarte, excarcelado este pasado martes tras la derogación de la 'doctrina Parot', ha asegurado que la izquierda abertzale (IA) “obligatoriamente” deberá reconocer su responsabilidad respecto al terrorismo y que la banda “debe desaparecer ya”. Además, ha defendido la necesidad de pedir “perdón” a las víctimas y ha criticado el “parón” de la llamada 'Vía Nanclares' para facilitar la reinserción de los terroristas arrepentidos.

Rekarte ha participado este viernes en Vitoria en un seminario sobre memoria organizado por la Fundación Fernando Buesa. El exrecluso ha compartido mesa con Iñaki García Arrizabalaga, hijo del directivo de Telefónica Juan Manuel García Cordero, asesinado en 1980 por los Comandos Autónomos Anticapitalistas, una escisión de ETA.

Este exrecluso ha pasado 21 años en la cárcel tras ser condenado por un atentado con coche bomba cometido en 1990 en Santander, que acabó con la vida de tres personas. Los últimos años de su condena los ha pasado en régimen abierto en la cárcel de San Sebastián, después de acogerse a la llamada 'Vía Nanclares' de reinserción para terroristas arrepentidos.

El pasado martes fue puesto en libertad de forma definitiva, debido a la derogación de la aplicación retroactiva de la 'doctrina Parot', por la que se había alargado su tiempo de estancia en prisión.

En su intervención ante el auditorio congregado en la Escuela de Estudios Empresariales de Vitoria, Rekarte --de 42 años de edad y nacido en Irún (Guipúzcoa)-- ha reconocido que cuando se integró en ETA con menos de veinte años no tenía “ni idea” de qué era exactamente la banda, y que el “odio” le ha “estropeado la vida”.

SALIDA DE ETA

Además, ha explicado que entró en la banda por haberse “dejado llevar” y que sus diez primeros años de encarcelamiento los pasó tratando de “autojustificarse”. “Me costó mucho salir de ETA; superar ese bloqueo mental”, ha asegurado.

Respecto a la forma en la que llegó a arrepentirse de sus crímenes, ha reconocido que le resultó difícil y que uno puede llegar a sentir “pánico”, ante la perspectiva de hacer un reproche de su trayectoria vital. No obstante, ha explicado que el paso definitivo lo dio al conseguir “desbloquear el mecanismo mental del odio y la justificación”.

Rekarte ha defendido la necesidad de pedir perdón a los damnificados por el terrorismo. “No es tan difícil decir que matar está mal”, ha manifestado. A continuación, se ha preguntado por qué para algunos resulta tan complicado “pedir perdón” por haber matado a otra persona. “¿Por qué no se olvida la política y se hacen las cosas de ser humano a ser humano? Todos somos iguales”, ha añadido.

El exrecluso ha respondido a la pregunta de un asistente a la charla sobre la posibilidad de que la izquierda 'abertzale' asuma su responsabilidad respecto al terrorismo de ETA. Rekarte ha lamentado que ésta es una cuestión “tan politizada” que “el lado humano” acaba por “olvidarse”.

EL “RECHAZO” DE LA IA

“¿Cómo se dejan de lado todos los complejos, los tabúes o los miedos?”, se ha preguntado. De todas formas, tras reconocer que se están dando “pasos” aunque resulten “lentos”, ha asegurado que de forma “obligatoria”, la izquierda 'abertzale' acabará por “reconocer” su responsabilidad histórica frente al terrorismo de ETA.

También se ha referido a la “doble estigmatización” a la que puede verse sometido; por una parte por la izquierda 'abertzale', al haberse desmarcado de ETA; y por otra, por las víctimas, debido a su pasado como miembro de la banda. Rekarte ha asegurado que el rechazo de la izquierda 'abertzale' le trae “sin cuidado”. Respecto al rechazo de los damnificados por la banda, ha asegurado entenderlo, pese a lo que de momento no lo “percibe” en el municipio de Navarra en el que vive.

Por otra parte, se ha referido a la posibilidad de que otros presos de ETA, al margen de él mismo y del resto de disidentes de la llamada 'vía Nanclares', puedan seguir el mismo camino y desmarcarse de la banda. Rekarte ha asegurado que esta fórmula para la reinserción de presos arrepentidos “podía haber ido a más”, pero que esto no ha sido así porque el Gobierno central ha “parado” este camino. “No hay ventanas; ni una puerta que tocar”, ha manifestado.

ETA, “ACABADA”

Pese a todo, se ha mostrado “seguro” de que ETA “se ha acabado” y ha afirmado que lo que debe hacer la banda es “desaparecer ya, y punto”. En esta línea, ha afirmado que la organización terrorista “hace más de una década, quizá mucho más, que ya no tenía futuro”.

Arrizabalaga, al igual que Rekarte, ha repasado su trayectoria vital desde que los Comandos Autónomos Anticapitalistas asesinaron a su padre el 23 de octubre de 1980. Tal y como ha reconocido, los primeros años desde aquel atentado los pasó “inmerso en el odio”. No obstante, acabó por superar aquel sentimiento “natural” y comenzó a trabajar por “la pacificación y la normalización” desde diversos colectivos sociales.

“SEGUNDA OPORTUNIDAD”

Según ha explicado, ahora es un “firme partidario” de que “las personas, independientemente de la gravedad de sus delitos, tienen derecho a una segunda oportunidad”. “El sistema penal tiene un componente punitivo, pero tiene el objetivo la reintegración a la vida en sociedad. Esto es una victoria del sistema democrático”, ha manifestado.

Respecto a la memoria, ha reconocido que la vulneración “más grave” de derechos humanos que se ha cometido en Euskadi es la perpetrada por ETA, pero que éste no ha sido “el único” sufrimiento. En este sentido, ha rechazado los intentos de “equiparar” violencias y ha desmentido el argumento de “una guerra simétrica de bandos”, pero ha insistido en la necesidad de que se conozca también que en el País Vasco ha habido muertes “en controles (policiales) y manifestaciones”.

“RADICALISMO” EN ALGUNAS VÍCTIMAS

Arrizabalaga, que ha recordado que el crimen de su padre sigue sin esclarecerse y corre el riesgo de quedar “impune”, ha explicado que no ha acudido al encuentro de este viernes “a hablar de perdón”. Sin embargo, ha valorado la importancia de quien reconoce su “error” y el “horror” causado. Esto, a su juicio, tiene “un valor educativo incalculable”.

En respuesta a una pregunta del público, se ha referido a la supuesta utilización política de las víctimas por parte de algunos partidos y sectores sociales. Tras asegurar que todos los damnificados del terrorismo son “merecedores de respeto”, ha precisado que “no tenemos un plus de legitimidad para condicionar la política penitenciaria”.

“Hay formaciones que quieren poner a las víctimas en la arena política, y eso es un error. En la política pintamos lo mismo que cualquier otro ciudadano”, ha manifestado. En la misma línea, ha alertado de que “los posicionamientos extremos o radicales” de determinadas organizaciones de víctimas pueden acabar distanciándolas del resto de la sociedad.

Al acto han asistido, entre otros, la viuda de Fernando Buesa y presidenta de la fundación que lleva su nombre, Natividad Rodríguez; el coordinador de Atención a las Víctimas del Gobierno vasco, Txema Urkijo, o miembros del PSE-EE, como Juan Carlos Alonso, y EA, como Alberto Unamunzaga.

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