El Ejército libanés se moviliza para evitar una eventual infiltración yihadista

El Ejército libanés ha movilizado sus tropas de elite en las montañas de Arsal y Ras Baalbeck, fronterizas con Siria, en una operación cuyo objetivo es impedir una eventual infiltración de yihadistas en el país.

Según indicaron a Efe varios expertos, que descartan que el grupo Estado Islámico (EI) pueda extender su presencia al Líbano, las Fuerzas Armadas temen que algunos extremistas puedan aprovechar el deshielo de la primavera para infiltrarse al país por dichas zonas montañosas.

Las Fuerzas Armadas comenzaron a finales de febrero una amplia campaña en estas zonas abruptas para expulsar a los combatientes del EI y del Frente Al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria) de esas regiones.

Según indicaron a Efe fuentes militares, las montañas de Ras Baalbeck, consideradas hasta hace poco como uno de los puntos débiles del Líbano, están ya controladas casi en su totalidad.

No obstante, aseguraron que todavía hay algunas zonas permeables, aunque la vigilancia continúa y casi a diario el Ejército frustra tentativas de infiltración por parte de los extremistas.

En la zona de Arsal, escenario de varios enfrentamientos violentos en los últimos meses, se está estudiando el desmantelamiento de un campamento de refugiados informal, ya que se teme que pueda haber yihadistas infiltrados, según confirmaron a Efe fuentes militares.

El pasado agosto, el EI y el frente Al Nusra, junto a otros movimientos extremistas, mantuvieron un enfrentamiento con el ejército libanés en la región de Arsal en el que capturaron a una treintena de soldados como rehenes, de los que 25 siguen con vida.

El ministro del Interior, Nuhad Machnuk, citado hoy por varios medios locales, descartó nuevos combates con los grupos extremistas, aunque mostró su temor de una nueva ola de asesinatos políticos, como la que vivió el país hace una década, entre 2004 y 2006.

Para el general Charles Chihani, es “muy difícil” que en el Líbano irrumpan combatientes del EI, ya que los “suníes libaneses no los apoyan”.

“El 70 por ciento de los suníes del país están con la política moderada del ex primer ministro Saad Hariri y solo un reducido número de esa comunidad los apoya (a los yihadistas) en Trípoli (norte) y en los campos de refugiados palestinos”, declaró.

Chihani subrayó que el apoyo a los extremistas en el Líbano, además, no se debe a razones ideológicas, sino por el odio al influyente grupo chií libanés Hizbulá, a quien estos acusan de controlar el país y de actuar bajo las órdenes de Teherán.

Por su parte, un experto militar occidental, que habló bajo condición de anonimato, descartó también que los yihadistas puedan extenderse al Líbano por falta de medios y dinero.

Según este experto, el peligro actual es que estos grupos puedan movilizar a radicales libaneses o a refugiados palestinos o sirios.

De la misma opinión se mostró Fadia Kiwan, responsable del Departamento de Ciencias Políticas en la Universidad San Joseph. “Existe el riesgo de incidentes y combates, pero el Líbano está preparado y el Ejército podrá hacer frente a cualquiera aventura de los yihadistas”, dijo a Efe.

Kiwan destacó que “el Ejército está recibiendo de modo progresivo armamento”, en alusión al enviado por Estados Unidos y Jordania recientemente.

Está previsto, también, que Francia envíe armas en el marco de un acuerdo con Arabia Saudí, que comprará armamento galo por mil millones de dólares para entregárselo a las Fuerzas Armadas libanesas.

Macram Oueis, del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Americano-libanesa (LAU), estimó, por su parte, que al EI “le llevaría mucho trabajo poder extenderse al Líbano debido al ”apoyo que el pueblo libanés y la comunidad internacional ofrecen al Ejército“.