La Embajada de España prepara con la Generalitat el próximo viaje de Mas a Israel

La Generalitat comunicó a la legación su plan de viaje, como se suele hacer “normalmente”, y la Embajada está colaborando con el Gobierno autonómico en la preparación del programa de la visita, añaden las mismas fuentes.

De hecho, los contactos que Mas desee tener con representantes del Gobierno de Israel se solicitarán a través de la Embajada, el interlocutor oficial con el Ejecutivo israelí.

El embajador en Tel Aviv, Fernando Carderera, estará presente por tanto en las entrevistas que eventualmente Mas mantenga con autoridades israelíes, pues será el diplomático --máximo representante no ya del Gobierno sino del Estado en Israel-- el encargado de presentar a Mas a sus interlocutores.

La obligación de que las Comunidades Autónomas tengan que comunicar al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación los viajes oficiales que hagan al extranjero es uno de los puntos de la futura Ley de Acción Exterior y del Servicio Exterior del Estado más contestados por los partidos nacionalistas, que ven en el texto un excesivo afán de control.

Desde el departamento que dirige José Manuel García-Margallo se subraya que esta norma --en tramitación parlamentaria en la actualidad-- no pretende “controlar” la actuación de las CCAA en el exterior, sino mejorar la coordinación.

Lo cierto es que los líderes autonómicos que viajan al extranjero precisan de la Embajada para entrevistarse con los representantes del país que visitan, a no ser que el viaje se enmarque en contactos entre partidos del mismo signo político.

Cuando han intentado ir por libre, han sido incapaces de cerrar contactos de nivel con representantes extranjeros, como quedó en evidencia con los viajes de Mas a Moscú y Bruselas en 2012 y 2013 respectivamente, con la intención de internacionalizar su proyecto soberanista.

En noviembre de 2012, Mas solo consiguió ver a la viceministra de Cultura, Alla Yurievna, y el presidente del Gobierno Regional de Moscú, Sergey Shoygu.

Desde otoño de 2012, cuando el president lanzó su proyecto soberanista, ha viajado a Bruselas en tres ocasiones, pero en ninguna de ellas ha logrado reunirse con Barroso o con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.