EnComúPodem lanza este jueves su 'recetario' con cinco platos típicos navideños para alertar de los efectos del CETA

Para este objetivo, el partido liderado por Xavi Domènech ha ideado una ingeniosa campaña de cara a la Navidad en la que a través de un 'recetario' con cinco platos típicos navideños alerta de los efectos del CETA firmado por la Unión Europea y Canadá el pasado 31 de octubre, tras unas duras negociaciones donde Bélgica fue uno de los principales obstáculos, ya que exigía incluir a la región de Valonia en el texto.

Las recetas de la sopa de galets, del cóctel de gambas, del pavo relleno, del turrón de Jijona y de polvorones caseros sirven a la formación integrada en Unidos Podemos para denunciar la pérdida de soberanía por parte de los Estados y los efectos para los derechos básicos de la ciudadanía de este tratado de libre comercio y para hacer un llamamiento a paralizar su entrada en vigor, pendiente de votación por parte del Parlamento Europeo y de ratificación por parte de los parlamentos de los 28 países de la UE.

El acuerdo de libre comercio entre Canadá y la Unión Europea, que el partido de Domènech considera “hermano” del TTIP (Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones) entre la UE y Estados Unidos, eliminará derechos de aduanas y restricciones de acceso a los contratos públicos de los países firmantes, según se denuncia en esta campaña realizada con la colaboración de todo el grupo confederal.

El 'recetario' tendrá versiones en castellano, euskera y catalán --en Cataluña se distribuirán más de 100.000 copias en papel-- y el partido pondrá en marcha una campaña en redes sociales que arrancará este jueves, coincidiendo con la publicación del mismo en la página web receta.encomupodem.cat.

LAS RECETAS NAVIDEÑAS

Los ingredientes necesarios para la elaboración de estos cinco típicos platos navideños sirven a la formación liderada por Domènech para alertar de prácticas permitidas en Canadá y Estados Unidos --el 81% de las empresas canadienses son filiales norteamericanas-- y prohibidas hasta ahora en los países miembros de la Unión Europea que, tras la entrada en vigo del CETA, estarán presentes en los productos de consumo habitual para el ciudadano que serán exportados en virtud del mismo.

Entre ellas, el uso de medicamentos anabolizantes como el Zilmax o de hormonas de crecimiento en carnes de vaca o cerdo que se exportarán a los países de la Unión Europea gracias al nuevo tratado o de antibióticos para uso ganadero no autorizados por los 28 o la práctica de sumergir en cloro (lejía) a los pavos en el matadero.

El empleo de herbicidas y agrotóxicos como Glisofato, altamente cancerígeno, o de sustancias transgénicas --Canadá fue el quinto productor mundial en 2014-- o la radiación de alimentos sin indicarlo en el etiquetaje son otras de las prácticas denunciadas. Estos herbicidas empleados en Canadá y Estados Unidos, alerta EnComúPodem, son “terriblemente” cancerígenos para agricultores y consumidores finales y “funestos” para las abejas.

Asimismo, la formación catalana alerta de las normas de información de etiquetaje en Canadá son más laxas que en la UE en cuanto a información sobre productos que pudieran ser perjudiciales para la salud, además de poner el acento en el 'principio de la gestión de riesgos' que prima en el país y que permite que un producto se comercialice en primer lugar y luego se gestionan los daños que pueda causar, cuando éstos incluso pueden ser letales.

Respecto a este último punto, incide en que las personas afectadas por los daños causados por un determinado producto deberán denunciar ante la justicia ordinaria a la corporación, “que tiene unos abogados muy caros y es muy poderosa”. Por contra, su la citada corporación considera que la legislación de un país resulta “peligrosa” para sus intereses, acudirán a los tribunales “VIP, opacos, carísimos y rápidos” que crea el tratado.

“Es inadmisible que los gobiernos europeos, tras la coartada de la Unión Europea, pongan en venta nuestras soberanías: jurídica, alimentaria, medioambiental, comercial, laboral, sanitaria, educativa...”, lamenta EnComúPodem, que advierte que “el CETA no traerá puestos de trabajo, el CETA se llevará un montón de derechos fundamentales”.