Escasa participación en los primeros comicios celebrados bajo Suu Kyi en Birmania

La participación fue escasa hoy en las primeras elecciones parciales celebradas en Birmania (Myanmar) bajo el Gobierno de la líder de facto birmana, Aung San Suu Kyi, que hace poco cumplió un año en el poder.

Más de dos millones de birmanos estaban llamados a votar en distintas circunscripciones en Rangún, así como en los estados Rakhine, Shan y Mon, para elegir a 12 parlamentarios nacionales y 7 diputados estatales, según el portal Irrawaddy.

Las colas ante los colegios electorales eran sustancialmente menos concurridas que las que se formaron en las elecciones de noviembre de 2015, cuando la participación casi alcanzó el 70 por ciento dando la victoria al partido de Suu Kyi.

Un total de 24 partidos se postulan en estos comicios parciales, en los que el opositor Partido para la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión (USDP) y el gobernante Liga Nacional para la Democracia (NLD) son los principales contendientes.

Los escaños en liza en el Parlamento nacional pertenecían a diputados del partido gobernante que tuvieron que dejar el sillón tras entrar a formar parte del Ejecutivo.

Los resultados no afectarán el equilibrio de poder en el Legislativo bicameral, donde la NLD tiene una amplia mayoría.

La Cámara alta birmana cuenta con 224 escaños y la Cámara baja con 440, de los que un 25 por ciento están reservados a los militares de acuerdo con la Constitución.

La NLD de Suu Kyi ganó cerca del 80 por ciento de los asientos parlamentarios, o 390, en las elecciones de noviembre de 2015, lo que le permitió el control efectivo del 59 por ciento de los escaños del Parlamento.

El 30 de marzo de 2016, Suu Kyi asumió el poder y pudo formar el primer Gobierno civil tras casi cinco décadas de juntas militares y haber pasado un total de 15 años bajo arresto domiciliario durante distintos periodos por su activismo prodemocrático.

Aunque la Constitución le prohíbe ser presidenta por tener dos hijos con pasaporte británico, Suu Kyi se hizo de facto con las riendas del poder después de asumir el puesto de consejera de Estado, así como el de ministra de Asuntos Exteriores.

La imagen de la líder birmana se ha resentido en el último año debido a la lentitud de las reformas económicas, la detención de activistas, las fallidas conversaciones de paz con las minorías étnicas y la represión de la minoría musulmana rohinyá.