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Hablemos de la Defensa nacional: Navarra, Catalunya y el viaje de Sánchez al FIB de Benicàssim

Iván Redondo junto al presidente de la comisión, José Manuel García-Margallo

Iñigo Sáenz de Ugarte

La Estrategia de Seguridad Nacional tiene cinco objetivos generales en el intento de dar forma a los principios que deben inspirar la defensa del país. Uno de ellos es “promover una cultura de Seguridad Nacional”, es decir, conseguir que la sociedad se implique en ella y se conciencie sobre “las principales amenazas y desafíos”.

No está mal, pero deberían comenzar con el Parlamento y las principales fuerzas políticas. Hay mucho trabajo por hacer ahí por lo que se vio el martes en la Comisión Mixta de Seguridad Nacional.

Hacía su estreno parlamentario el director del Gabinete de Pedro Sánchez en Moncloa, Iván Redondo, el alto cargo encargado de presentar dos documentos básicos para la Defensa: la Estrategia de Seguridad Nacional 2017 y el informe anual sobre el mismo asunto. Ambos llevan la firma de Mariano Rajoy, cuyo nombre les sonará, porque fueron aprobados por el anterior Gobierno. No era un problema para Redondo, porque habían sido consensuados con el PSOE.

Pero por esas cosas de la actividad parlamentaria, resulta que en la comisión se habló de la Guardia Civil en Navarra, el despliegue policial en Catalunya y el viaje de Pedro Sánchez en un avión oficial al FIB de Benicàssim.

No se habló de la OTAN y la exigencia de Donald Trump de que los países europeos aumenten su gasto militar, de las difíciles relaciones de EEUU con sus aliados, de la rivalidad con Rusia y las sanciones aprobadas por EEUU y Europa ni del proyecto de varios países de dotar a la UE de fortalecer el llamado “pilar europeo de la defensa” ahora que el Brexit dejará fuera a Gran Bretaña, un país muy reticente a esa idea.

Se refirieron a Quim Torra, pero no debatieron sobre Donald Trump.

Los grupos parlamentarios hablaron poco de Defensa. El representante de ERC sacó el tema de Arabia Saudí –por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en Estambul–, pero Redondo no quiso tocar un tema del que este Gobierno tiene poco interés en hablar. Se limitó a remitirse a lo (poco) que ha dicho al respecto el ministro de Exteriores.

Redondo se atuvo al guión de la sesión. El que fue creador de las campañas electorales de Albiol en Badalona y de Monago en Extremadura, ambos del PP, aparecía por primera vez en el Parlamento con la escarapela socialista. No le fue difícil porque socialistas y populares siempre han buscado el consenso en los principios generales de la política de Defensa al que también se había sumado Ciudadanos. Redondo animó al resto de grupos a unirse al acuerdo.

Los grupos de oposición, a lo suyo

Ahí empezó el turno de los grupos. Una oportunidad excelente para que el senador de UPN Francisco Javier Yanguas hablara sobre homenajes a presos etarras, los atentados no resueltos y denunciar a la consejera de Interior que “quiere echar de Navarra a la Guardia Civil”.

Pero ya basta de política exterior y graves crisis internacionales. Veamos qué dijo el senador de Esquerra Xavier Castellana. Además de referirse a Arabia Saudí, desarrolló una extraña teoría sobre atentados terroristas: “Si hay ataques, quiere decir que faltan recursos”. Eso nos llevaría a pensar que nunca sufriríamos atentados si hubiera más policías en la calle, algo que nadie puede sostener en su sano juicio.

Para saber a qué venía ese discutible razonamiento había que esperar un poco. Castellana recordó que un mes después de los atentados de Barcelona y Cambrils el Gobierno consideró que “era una buena inversión para la seguridad nacional destinar 87 millones de euros en enviar a los piolines” para impedir el referéndum independentista. Esa era su relación causa-efecto.

“He oído algún comentario que dice sinvergüenza”, dijo segundos después. Una diputada del PP salió de la sala diciendo: “Sí, yo”.

El diputado Miguel Ángel Gutiérrez, de Ciudadanos, planteó el mismo tema para la sesión supuestamente dedicada a las amenazas exteriores a la Defensa. Catalunya, claro. Tuvo la ocasión de citar una frase de Quim Torra, “socio de su Gobierno”, y preguntó si “en el pacto presupuestario ¿van a destinar dinero a la seguridad nacional?”. Hay que suponer que sí, en los presupuestos del Ministerio de Defensa, en parte en los de Interior y en los del CNI.

A Gutiérrez le sorprendió que Redondo, cuando hablaba de ciberseguridad, no utilizara el término “fake news”, y sí el de desinformación. El segundo está más extendido desde que los expertos que lo estudian se dieron cuenta de que Trump y varios dictadores del Tercer Mundo se habían hecho adictos al término 'fake news' para denunciar a los que los critican. Cuestión de branding. No conviene que te relacionen con esa gente.

Gutiérrez no está en ese debate: “Pero claro a lo mejor no le interesaba hablar de esto cuando algunos de sus socios precisamente han estado desinformando este año y el pasado en el conflicto catalán”. Catalunya, evidentemente.

Traducción a lenguas cooficiales

El senador del PP Luis Aznar fue muy listo. Muy pronto en su intervención, estableció los límites del debate: “En la Seguridad Nacional cabe casi todo”. Después de eso, ya tenía vía libre para hablar de lo que quisiera. Pero lo cierto es que luego se atuvo bastante a los asuntos afectados por la estrategia de Defensa. Con algunas excepciones.

De entrada, a Aznar le molestó que Redondo anunciara que el texto, ya difundido en inglés, se traducirá también al euskera, catalán y gallego. “Ya empieza a sonar al típico gesto”. Gesto en favor de las lenguas cooficiales, como aparece en la Constitución, pero esa es la parte de la Constitución que el senador del PP cree que no le gusta tanto.

Se habló de inmigración, pero en los términos que ya se han escuchado en el pleno y en entrevistas anteriores. Luis Aznar se centró en la llegada del Aquarius, “algo que el 80% del mundo civilizado consideró que era una frivolité por el espectáculo que dieron”. Gutiérrez sugirió que “las mafias” se benefician de la pasividad del Gobierno. Como tecnócrata que busca el consenso en estos asuntos, Redondo no respondió con decisión. El senador de Podemos Joan Comorera se lamentó de que la inmigración “se vea contemplada como una amenaza a la seguridad”. El discurso atemorizado por la llegada de extranjeros es el que sigue predominando.

El amor del PP al carbón español

El documento presentado hace referencia al cambio climático como una de las amenazas –Redondo no le dedicó más que unos segundos–, y eso le inspiró a Aznar para hacer un comentario singular: “La única fuente de energía española, autóctona es el carbón”. Era su forma de protestar por el cierre adelantado de la minería de carbón.

El carbón español, de una versión extremadamente sucia y contaminante, sólo ha sobrevivido por las subvenciones que recibe. Las centrales térmicas que lo usan no son viables a causa de las inversiones que exige la UE en la lucha contra el cambio climático, y varios países europeos están aplicando medidas al respecto. Pero el carbón español es tan español como la tortilla de patatas y la paella. El PP quiere salvarlo de la quema.

Aznar acabó con otro asunto fuera del tema de la reunión: el viaje de Pedro Sánchez en avión oficial a Castellón, que incluyó la asistencia al FIB de Benicàssim: “Lo traigo aquí porque la vicepresidenta de su Gobierno dijo a los medios de comunicación que aquel era un viaje de seguridad nacional, que afectaba a la seguridad nacional”.

En realidad, Carmen Calvo justificó el viaje por tener “agenda institucional” –por una reunión de 45 minutos, calificada de “informal”, con el presidente valenciano– y que el medio de transporte fue elegido por razones de seguridad, no nacional, sino del presidente.

Aznar preguntó por el coste de ese viaje pagado con fondos públicos. Redondo no respondió a esa incógnita.

En su turno final, Redondo dijo que “las cuestiones de Seguridad Nacional no tienen nada que ver con la ideología”. Es una afirmación muy discutible que dicen todos los gobiernos para contener el debate y que no se cuestionen sus decisiones sobre defensa y política exterior. Por lo demás, el martes sólo se habló lo justo de esos temas.

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