Exconsejero Luciano Alonso dimite como diputado tras el anuncio del juicio oral

El exconsejero de la Junta de Andalucía Luciano Alonso ha presentado hoy en el registro del Parlamento andaluz su renuncia al acta de diputado del PSOE por Málaga, tal y como anunció después de que el TSJA haya fijado para final de enero el juicio contra él por un delito de prevaricación.

Alonso ha presentado su renuncia al acta en el registro de la Cámara y en los próximos días tendrá que firmarla ante el presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán, en presencia del letrado mayor, han informado a Efe fuentes parlamentarias.

Luciano Alonso está acusado de prevaricación por el nombramiento, cuando era consejero de Cultura, del director del Centro Andaluz de Flamenco y en los dos nombramientos de director de la Filmoteca de Andalucía.

Alonso ya anunció en un comunicado que en cumplimiento del Código Ético del PSOE iba a presentar su dimisión tras el último pleno del año parlamentario, el de presupuestos, celebrado hoy.

El exconsejero indicó que en este “duro trance vital” la asunción y cumplimiento de esa exigencia ética le lleva a cesar en el ejercicio de la política, pero recordó que el juicio “versará únicamente” sobre si pudo aplicarse indebidamente un precepto legal que permite reasignar funciones de los empleados públicos “en función y más eficiente” organización del departamento.

El socialista esgrime que la investigación la inició el fiscal por “noticias de prensa”, una práctica “desaprobada por doctrina consolidada del Tribunal Supremo”, y recuerda que se descartó la acusación inicial por malversación de fondos públicos.

Según el relato del magistrado del TSJA, el exconsejero nombró a Luis Guerrero director del Centro Andaluz de Flamenco, encomendándole una tarea “completamente ajena” a las funciones de dirección del mencionado centro, en concreto, el impulso de actividades culturales en la provincia de Málaga.

Y la misma situación se produjo, según el auto, en la Filmoteca de Andalucía, en la que Alonso nombró supuestamente a dos directores de este centro sucesivamente encomendándoles funciones de asesoramiento que “en nada respondían al perfil y funciones del cargo” para el que formalmente les nombró y que, además, estaba siendo desempeñado por otra persona con contrato laboral.