Exministra austríaca de Exteriores que bailó con Putin trabaja para RT

La exministra austríaca de Exteriores Karin Kneissl, cuya imagen bailando con el presidente ruso, Vladímir Putin, sorprendió en 2018 a la opinión pública internacional, ha comenzado a colaborar como columnista para la emisora rusa RT (Russia Today), informa la agencia austríaca APA.

Kneissl, de 55 años, publica en su cuenta de Twitter una conexión a su análisis titulado “El automóvil es un símbolo de libertad y movilidad. La COVID-19 no va a cambiarlo” que emitió la citada televisión.

Aunque RT la presentó el viernes como su nueva columnista, la expolítica recalcó, en declaraciones a APA, que no se considera una colaboradora permanente, sino que contribuirá de forma esporádica en temas en los que está especializada.

“No soy de los que quieren aparecer regularmente. Sólo lo hago cuando surgen temas que domino y en los que tengo un análisis que ofrecer”, señaló la experta en asuntos energéticos y de Oriente Medio, campos en los que ya trabajaba antes de ocupar la cartera de Exteriores (diciembre de 2017-junio de 2019).

Kneissl fue nominada al cargo como independiente por el ultranacionalista Partido Liberal (FPÖ), socio minoritario de la anterior coalición en el poder, una alianza con el conservador Partido Popular (ÖVP) del canciller federal, Sebastian Kurz.

A mediados del año pasado, ese gobierno cayó por un escándalo de corrupción del entonces vicecanciller y líder de los ultras, Heinz-Christian Strache, que provocó elecciones anticipadas y la formación de un nuevo Ejecutivo de conservadores y verdes liderado también por Kurz.

Según APA, la exdiplomática declinó este sábado comentar la reputación internacional de RT como medio de propaganda del Kremlin.

En agosto de 2018, la emisora tuvo la exclusiva para filmar la boda de Kneissl en Austria, con Putin como invitado.

Las imágenes de la genuflexión de la entonces ministra de Exteriores ante el mandatario ruso al final de un vals que bailaron juntos dieron la vuelta al planeta y desataron fuertes críticas dentro y fuera de Austria.