Felip Puig: El Estado sufre aluminosis y no se reconstruirá por la vía de la imposición

El conseller de Empresa y Empleo de la Generalitat, Felip Puig, ha asegurado hoy que el Estado español sufre de “aluminosis” y necesita una reconstrucción que está convencido no podrá llevarse a cabo “por la vía de la imposición”.

“Tenemos un Estado con aluminosis. El Estado que reconstruimos hace 40 años y que creíamos que combinaría democracia y libertad está en crisis. Alguna cosa no se ha hecho bien”, ha asegurado Puig, tras apuntar que los gritos a favor de la independencia han sustituido en las calles de Cataluña a los que pedían entonces “libertad, amnistía y Estatut de Autonomía”.

Puig ha analizado la actual situación política en España y Cataluña durante su intervención en la jornada celebrada en Barcelona por el periódico El Mundo para celebrar el 20 cumpleaños de este rotativo.

El conseller ha advertido de que “por la vía de la imposición no se reconstruirá nada” el mismo día que el Consejo de Ministros celebra una reunión extraordinaria para autorizar al presidente del Gobierno a interponer un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la declaración secesionista aprobada el lunes por el Parlament de Cataluña.

Puig, que ha señalado que “lo que se ha roto” sólo se podrá reconstruir a través de la “democracia”, ha asegurado que las causas de la actual crisis de Estado son múltiples, están repartidas y “no se pueden atribuir estrictamente a Artur Mas”.

“Quiero pensar que seremos capaces de encontrar soluciones para el futuro, igual que en los años 80 había personas que querían construir en común”, ha apuntado, tras reivindicar el valor de los acuerdos de gobernabilidad que en los años 80 y 90 los ejecutivos catalanes liderados por Jordi Pujol cerraron con los gobiernos de distinto color de Madrid.

Puig ha hecho una defensa especial del llamado “pacto del Majestic”, cerrado en 1995 entre Jordi Pujol y José María Aznar, que ha calificado de una “oportunidad histórica perdida” para superar los problemas de encaje de Cataluña en España y de avanzar hacia un estado de corte más federalista.

El conseller, que en el pasado asumió también responsabilidades importantes en Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), ha destacado que en ese momento, hace 20 años, parte del nacionalismo moderado creía que era posible construir “una tercera vía que hoy ha desaparecido”.

“Fue un buen pacto”, ha dicho, aunque ha admitido que acabó convirtiéndose en un acuerdo “demasiado débil”, sobre todo tras la victoria electoral con mayoría absoluta del PP en el año 2000, cuando se produjo “una involución”.