Felipe González aplaza su apoyo expreso a un PSOE liderado por Susana Díaz

Felipe González no quiere hablar de nombres para el futuro del PSOE. El expresidente del Gobierno tiene dudas sobre el futuro del partido si es Susana Díaz quien se pone al frente para liderarlo.

Por ello, González evita un apoyo cerrado a una candidatura encabezada por la presidenta andaluza y aboga, según fuentes de su entorno, por que “el PSOE avance en la tarea de definir un modelo ideológico y territorial, antes de empezar a hablar de candidatos”.

El expresidente no es el único en el sector clásico del socialismo que alberga dudas sobre el liderazgo de la andaluza, aunque nadie ve opciones alternativas. Fuentes de este entorno aseguran que la caída de Pedro Sánchez ha supuesto una erosión en la imagen pública de la presidenta de la Junta y destacados dirigentes advierten de que bajo su mando el PSOE corre el riesgo de convertirse en “un partido del sur”, con dificultades para recuperar el voto en las zonas urbanas del norte de España.

La propia Díaz es consciente del desgaste sufrido durante su guerra para descabalgar a Pedro Sánchez de la secretaría general. “Ninguno de los dos ha salido bien parado de esta batalla”, aseguraban fuentes de la gestora horas después del tenso comité federal que el PSOE celebró el 1 de octubre.

A pesar de los temores, el PSOE carece de alternativas a la figura de la presidenta andaluza. El propio González fue el primero en oír de boca de Eduardo Madina que no pretende una nueva candidatura y su entorno asegura que la opción de Patxi López para dirigir el partido es una posibilidad que el expresidente ni siquiera contempla. Así las cosas, solo le queda una opción: Susana Díaz.

“Sería una desgracia para Susana y para mí que yo me pronunciara sobre eso”. En estos términos se sacudió González las preguntas que la pasada semana tuvo que lidiar en un acto público en Sevilla. La falta de apoyo explícito encontró inmediatamente una respuesta de la presidenta andaluza desde los micrófonos de Canal Sur Radio: “Felipe González me apoya siempre, hasta cuando me critica”.

El contacto de González con la dirección socialista es constante. Según fuentes de su entorno, habla con frecuencia con Javier Fernández, siempre que el presidente de la gestora le llama para pedirle consejo.

Su relación con Susana Díaz también se ha convertido en habitual, sobre todo desde después del verano y son frecuentes las conversaciones telefónicas entre ambos, siempre a iniciativa de la líder andaluza.

González continúa siendo el principal referente del PSOE, a pesar del descrédito que su figura ha ido acumulando durante los años de las crisis, alentado por las críticas constantes de Pablo Iglesias a su figura. En el PSOE su teléfono es un constante recurso para dirigentes que buscan consejo en época de malos resultados electorales.

Dos de los dirigentes que más se citan con el expresidente aseguran que González nunca habla sobre quién debe dirigir el PSOE. “Esa es la menor de sus preocupaciones”, aseguran. “Felipe quiere que el partido encare el Congreso con un proyecto creíble y que se reconozca en el territorio, no como si fuese una mera franquicia”.

El aval de González se ha demostrado imprescindible para quien quiera tener futuro en la formación política. No en vano, la caída de Pedro Sánchez se activó solo unas horas después de que el expresidente realizara unas declaraciones públicas en las que se quejaba de haber sido engañado por el todavía secretario general.

“Felipe está en todo, pero no en lo orgánico”, asegura una de las personas de su máxima confianza. Sea así o no, el expresidente está evitando expresamente dar su aval a la persona con más probabilidades para hacerse con el liderazgo del PSOE. Susana Díaz tendrá que esperar.