Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Felipe VI rebaja el tono con el independentismo y pide “responsabilidad” al futuro gobierno catalán

Gonzalo Cortizo

El rey ha cambiado el tono sobre Catalunya en un discurso navideño sin semejanzas con las encendidas palabras que pronunció el 3 de octubre. Felipe VI ha dedicado apenas unos párrafos a la situación política que se abre tras las elecciones del 21D con mensajes indirectos y sin referencia expresa a las circunstancias judiciales que habrán de derivarse del procés. Su discurso ha sido redactado y grabado en las últimas horas. El rey tuvo que esperar por el recuento electoral para perfilar su mensaje navideño.

“Hace unos días, los ciudadanos de Cataluña han votado para elegir a sus representantes en el Parlament, que ahora deben afrontar los problemas que afectan a todos los catalanes respetando la pluralidad y pensando en el bien común de todos”, ha asegurado el monarca.

La palabra “pluralidad” ha sido la consigna a la que el monarca se ha agarrado en una intervención más breve de lo habitual y de apenas 1.500 palabras.

Felipe VI ha reclamado que los vencedores de las elecciones no persistan en la unilateralidad: “El camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento o a la exclusión que solo genera discordia, incertidumbre, desánimo y empobrecimiento moral, cívico y económico”.

En velada alusión a los independentistas, el rey ha reivindicado la madurez de la democracia española: “España es hoy una democracia madura, donde cualquier ciudadano puede pensar, defender y contrastar sus opiniones pero no imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás”.

“Hay que reconocer que no todo han sido aciertos; que persisten las situaciones difíciles y complejas que hay que corregir y que requieren de un compromiso de toda la sociedad”, asegura el rey.

La intervención se ha desarrollado en el terreno de la ambigüedad y la sutileza. La siguiente afirmación parecía referirse a las banderas que poblaron los balcones de media España durante los momentos más intensos del procés, pero el rey no ha ofrecido datos fiables que garanticen la veracidad de la interpretación: “Unos principios y valores que, como hemos comprobado incluso en este años 2017, están profundamente arraigados en nuestra sociedad, en la vida diaria de nuestros ciudadanos y tienen raíces muy hondas en las conciencias y en los sentimientos de los españoles. Mucho más de lo que nos podíamos imaginar”.

El rey ha pedido “que las ideas no distancien ni separen a las familias y a los amigos” y pide pasos en “un camino que debe conducir a que la convivencia en el seno de la sociedad catalana recupere la serenidad, la estabilidad y el respeto mutuo”.

El discurso de navidad no ha hecho referencia expresa a la situación jurídica derivada del procés, ni a la aplicación del 155, ni al encarcelamiento de miembros del Govern, ni a la presencia de Puigdemont en Bruselas para evitar la acción de la justicia española. El rey ha optado esta vez por alusiones al respeto mutuo y al reconocimiento de la pluralidad.

El pasado 3 de octubre, en las palabras del monarca hubo alusiones directas hacia el gobierno presidido por Puigdemont, al que acusó de una “deslealtad inadmisible a los poderes del Estado” que lo situaba “al margen de la democracia”. Ahora, en plenas navidades y a pocos días de las elecciones catalanas, Felipe VI ha apostado por la amabilidad y el optimismo.

Corrupción

Un año más, Felipe VI se ha detenido en la corrupción como uno de los asuntos que más preocupan a la ciudadanía y ha pedido “que se sigan tomando las medidas necesarias para su completa erradicación para que los ciudadanos puedan confiar plenamente en la correcta administración del dinero público”.

Tras las críticas de colectivos feministas que en años anteriores afearon la ausencia de una referencia al drama de la violencia machista, el rey ha reaccionado en este 2017: “No quiero olvidarme de las mujeres que, en un silencio tantas veces impuesto por el miedo, sufren la violencia de género. Una lacra inadmisible que nos hiere en nuestros sentimientos más profundos y nos avergüenza e indigna. Mantengamos la firmeza y el apoyo político para ayudar y defender a las víctimas y concienciarnos a toda la sociedad contra esa violencia, criminal y cobarde”.

Etiquetas
stats