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Álvarez Cascos, dispuesto a quemar sus últimas naves para mantenerse en Asturias

Cascos durante un pleno en la cámara asturiana

Carmen Moraga

“A Paco le salió mal la jugada con la repetición de las elecciones y ahora está pagando sus errores. Si se mantiene fuerte en las próximas elecciones será únicamente gracias a la caída en picado del PP, no por propios méritos”. El vaticinio lo hace un antiguo miembro de Foro, el partido que lidera Francisco Álvarez Cascos desde que en enero de 2011 decidió dar un sonoro portazo a Mariano Rajoy por no dejarle encabezar la candidatura autonómica al Principado de Asturias. En el PSOE, por el contrario, le ven “tocado pero no hundido”, a pesar de que se está viendo salpicado por el caso Gürtel, y de haber sufrido importantes bajas de militantes en estos últimos meses, coincidiendo con la irrupción de Vox en la escena política.

En su partido también creen que hay Cascos “para rato”. “Para matar a Paco hace falta mucha dinamita”, opina uno de sus fieles que ve “maniobras” del PP para desacreditarle de cara a las próximas elecciones autonómicas, cuya convocatoria depende del actual Gobierno del PSOE.

Sin embargo, muchas de las “balas” contra Cascos salen desde dentro de sus propias filas, de disidentes de Foro que le acusan de saltarse a la torera las normas internas al no haber convocado en estos tres años ningún Congreso para ratificar a la cúpula regional ni a las locales. Estos cónclaves están previstos para finales de este año o principios de 2015, “con el tiempo justo para designar a los cabezas de lista”. “Creíamos que iba a luchar por Asturias y lo único que ha hecho es apartar a la gente que le resulta incómoda para ir colocando a los suyos”, lamentan los críticos.

Sea cuando sea la fecha del próximo Congreso regional, lo que si es verdad es que debería ser el último mandato de Cascos al frente de Foro ya que los Estatutos del partido los limitan a dos. “Cuando él se vaya, Foro se desintegrará porque el partido es él”, vaticinan algunos de los que le acompañaron al inicio en su aventura.

Pero a Cascos también le acusan de haber incumplido sus promesas de “regeneración” y “transparencia”. Como ejemplo, señalan que ha declarado en la web del Parlamento que cobró de Foro cerca de 25.000 euros, “algo que no notificó al partido ni tampoco fue sometido a la autorización del mismo, afirma un antiguo colaborador del exministro de Fomento. En la declaración como diputado de Cascos, efectivamente, figura que en 2012 percibió 28.690 euros como Presidente del Principado y 24.171,76 euros, como presidente de Foro.

Los primeros problemas internos de Foro le surgieron en los Ayuntamientos de Cabrales, cuyo alcalde fue inhabilitado por prevaricación; y en Ponga, cuyo regidor tuvo que dimitir acusado del mismo delito. Además, Cascos ha tenido problemas internos en Llanes, Avilés, Castrillón y hasta en Luarca, uno de sus feudos.

El temor a una mayor atomización del voto conservador ha llevado al propio dirigente de Foro a llamar a la puerta de Vox para intentar cerrar una alianza de cara a las próximas elecciones europeas. Pero la respuesta del partido de Alejo Vidal- Quadras ha sido un rotundo “no”, alegando que no pactan con “formaciones regionalistas”. De hecho, una de las propuestas electorales “estrella” de la nueva formación del exdirigente del PP catalán es la de reinstaurar un Estado sin autonomías y la desaparición del Senado.

Las calabazas de Vox no han desanimado a Cascos que está dispuesto a que Foro esté presente en la cita europea aunque sabe de antemano que no va a lograr representación alguna al tratarse de circunscripción única. Por eso no tienen prisa y el nombre para encabezar el cartel está aún por decidir.

Lo que todas las fuentes consultadas ven “muy complicado” de cara a las próximas autonómicas y municipales es la “reconciliación” de Foro y el PP del Principado, que continúa sumido en un sinfín de guerras internas. Al menos con la actual dirección capitaneada por Mercedes Fernández, Cherines, impuesta por Rajoy, que no ha podido ni sabido consolidar su liderazgo. La reaparición en la escena asturiana del exvicepresidente del Congreso y exsecretario de Estado de Extranjería e Inmigración, Enrique Fernández Miranda, dio pábulo a pensar que era un enviado de Génova para buscar esa ansiada -solo por algunos- alianza con Foro tras forzar un cambio en la cúpula. Pero la fugacidad de su incursión ha disipado esa percepción.

“El veraneante – como le llaman algunos dirigentes socialistas asturianos que siguen con interés los acontecimentos del PP-, no cuenta con apoyos internos. Son juegos de artificio. Si fuera el enviado de Rajoy ya se le hubiera visto en actos con miembros de la cúpula del PP asturiano, algo que no ha ocurrido”, señalan.

Así las cosas, el mayor consuelo de Cascos es comprobar cómo su antiguo partido se descompone y unos y otros parecen más preocupados por defender sus feudos particulares que en recuperar el terreno perdido en la comunidad. Gijón, en donde el PP mantiene todavía una gestora, sigue siendo su gran baza electoral, mientras Oviedo continúa siendo un hueso duro de roer.

Según una reciente encuesta publicada por el diario El Comercio, en la próximas autonómicas el PP se quedaría en siete escaños, tres menos de los que tiene en la actualidad. Foro y PSOE empatarían a 14 mientras IU experimentaría una importante subida situándose como tercera fuerza con nueve escaños. UPyD se mantendría con uno.[if gte mso 9]> Normal 0 21 false false false MicrosoftInternetExplorer4

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