Francia promete contundencia si sus soldados han “manchado la bandera” en RCA

El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, llamó hoy a sus propios militares a denunciar las presuntas agresiones sexuales de uniformados galos a niños de la República Centroafricana y prometió contundencia si se confirman las acusaciones reveladas esta semana por la prensa.

“Conocí el informe el 27 de julio de 2014. Sentí disgusto, una especie de traición” y si alguien ha “manchado la bandera” no “contendré mi cólera, porque un soldado francés en misión es Francia”, declaró el titular de Defensa en una entrevista que hoy publica “Le Journal Du Dimanche”.

Le Drian sale al paso de la filtración hace tres días al diario británico “The Guardian” de un informe de la ONU sobre supuestas agresiones a niños por parte de soldados franceses destacados en la República Centroafricana en la misión Sangaris, operación militar francesa previa a la llegada de los cascos azules de las Naciones Unidas.

La investigación sugiere que entre diciembre de 2013 y mayo de 2014, al menos 14 uniformados galos violaron a 4 niños de entre 9 y 13 años de un campo de refugiados junto al aeropuerto capitalino de M'Poko, en el que viven 100.000 desplazados.

Las alertas sobre un posible caso de pederastia saltaron en la ONU en mayo de 2014 y, con la asistencia de Unicef, se tomó declaración a los cuatro niños de los que presuntamente abusaron.

“Le Journal Du Dimanche” recupera los detallados testimonios de los cuatro niños, que describen cómo diferentes soldados galos les pedían que les practicaran felaciones a cambio de rancho militar, con referencias a horarios, lugares, descripciones físicas, marcas y tatuajes concretos.

“Tiene 9 años. Viene de testificar con su madre. Da una fecha, un horario y el lugar exacto donde dos militares franceses blancos le pidieron a él y a un amigo de la misma edad que les practicaran dos felaciones a cambio de una ración de comida”, resume el diario.

Las seis páginas de informe, que también dan cuenta de supuestas violaciones cometidas por soldados de Chad y Guinea Ecuatorial, se pusieron en conocimiento del ministro de Defensa en julio de 2014.

El ministro informó inmediatamente al presidente, François Hollande, y abrió una investigación interna. También trasladó los hechos a la Fiscalía de París, que encargó una investigación preliminar a la brigada de la Gendarmería.

“Los hechos denunciados son muy graves. Mi única preocupación era la transparencia y la verdad. La investigación debía salir de la institución militar y pasar a la justicia. Respeto las reglas de procedimiento meticulosamente”, señala Le Drian.

Pero nueve meses después, las pesquisas francesas no han tomado aún declaración a ningún implicado y solo ha logrado identificar a 3 de los 14 soldados, a pesar de que los testimonios se refieren a elementos como “un tatuaje de serpiente en la parte de arriba de la mano” o a “un particularidad física en el dedo meñique de la mano izquierda”.