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El G5 y España temen que la inestabilidad de Mali contagie a Níger y Burkina

El representante especial de la UE para la región, Ángel Losada, y el secretario permanente del G5 Sahel, Maman Sambo Sidikou, atienden a los periodistas, momentos antes de participar este jueves en Casa África, en un encuentro de gobiernos europeos y africanos para debatir sobre la situación del Sahel, en aspectos como la seguridad, la estabilidad y el desarrollo.

EFE

Las Palmas de Gran Canaria —

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El Gobierno español teme que los problemas que persisten en Mali cuatro años después de los acuerdos de paz se contagien a Burkina Faso y Níger, un diagnóstico que los países del Sahel comparten, pero al que añaden otro mensaje: la seguridad requiere apostar ya por el desarrollo.

La diplomacia europea ha reunido en la sede de Casa África, en Las Palmas de Gran Canaria, a representantes de los distintos estados de la UE para que analicen con los países del Sahel y de varias organizaciones africanas la situación de esa región del continente vecino, afectada por graves amenazas como el terrorismo yihadista, el crimen organizado o los conflictos étnicos.

Y el diagnóstico no es bueno, a ojos de España, uno de los países europeos más implicados en la zona. “Cuatro años después del acuerdo de paz y reconciliación (en Mali), el balance no es muy positivo, los problemas se extienden, no se reducen y nuevas presencias nada tranquilizadoras, como las del Daesh o Al Qaeda, empiezan a ser identificables en la región”, ha advertido el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Fernando Valenzuela.

En la apertura del encuentro, el número 2 de la diplomacia española ha subrayado que países como “Burkina Faso y Níger empiezan a dar síntomas de contaminarse de esta situación de inestabilidad”, lo que indica que va ser “necesario un esfuerzo adicional importante de la comunidad internacional y, desde luego y en primer lugar, de los propios países del Sahel y de África, que es la que tiene la responsabilidad primera de lo que ocurra allí”.

Antes de escuchar estas palabras, el secretario permanente del G5 Sahel, el grupo de acción que comparten los gobiernos de Mali, Chad, Níger, Burkina Faso y Mauritania, Mamam Sambo Sidikou, presentaba a los periodistas un diagnóstico similar: en los tres países centrales de la región, los estados corren riesgo de “derrumbarse”.

“Hay tanto problema hoy en Burkina Faso, en Mali, en Níger, que si no se hace nada desde el punto de vista de combatir el terrorismo sobre el terreno, tendremos más problemas, porque los estados corren el riesgo de derrumbarse”, aseguraba Sidikou, en castellano.

Sin embargo, este alto funcionario nigerino también ha enfatizado en la necesidad de empezar a dar cada vez más peso a la segunda parte del binomio que constantemente maneja la comunidad internacional cada vez que habla del Sahel: seguridad y desarrollo.

“Donde hay desarrollo, hay seguridad”, ha señalado el secretario de G5 Sahel, grupo que ponía en primer lugar en su estrategia de acción el desarrollo, pero que ha acabado por centrarse en la seguridad ante la amenaza que representa el terrorismo, ha añadido.

Sidikou ha argumentado que, sin dejar de recibir apoyo de sus amigos de la comunidad internacional, los países del Sahel tienen que ser más protagonistas de las medidas que se toman en la zona, para que sus pueblos las asuman como propias.

Y para ello, ha enfatizado, será necesario además preocuparse de las cuestiones sociales, porque los problemas de seguridad del Sahel también tienen raíces en otros de diferente índole, como la pobreza o una crisis climática que hace los recursos en la zona cada vez sean más escasos, complicando más todo.

“Si no puedes dar a tu población cosas tan básicas como agua o educación, no tienes legitimidad. Por eso insistimos en la lucha contra la pobreza”, ha insistido el secretario del G5 Sahel.

El representante especial de la UE para el Sahel, el español Ángel Losada, ha subrayado que es preciso actuar cuanto antes, porque “todo lo que se haga hoy, será más difícil hacerlo mañana”. “Y más costoso, en dinero, en seguridad y en hombres”, ha advertido.

Losada ha elogiado el papel que está tomando el G5 para afrontar los problemas en su propia región, tan comprometido, ha dicho, que ha llevado a que cinco de los países más pobres del planeta hayan creado su propia fuerza conjunta para trabajar en seguridad (según los últimos datos del FMI, Níger es el noveno país más pobre del mundo, con un PIB per cápita 63 veces inferior al de España).

“El Sahel es muy cercano a España, lo definen como la frontera de nuestra frontera, pero yo diría que es nuestra frontera inmediata en muchos aspecto y la seguridad del Sahel es la seguridad de Europa y también de España, por eso está en juego muchísimo”, ha añadido.

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