Gallach reivindica el impulso dado por el nuevo Gobierno a la Agenda 2030

La Alta Comisionada de España para la Agenda 2030, Cristina Gallach, defendió hoy que el nuevo Gobierno ya ha acelerado y profundizado el trabajo en materia de desarrollo sostenible y puesto al país en la “senda” de la aplicación de las metas internacionales.

“Tanto la organización de los trabajos como decisiones políticas que se han ido tomando en las últimas semanas por parte del Gobierno de España nos han puesto decididamente en la senda de la aplicación”, aseguró Gallach en un foro celebrado en la sede de la ONU.

La Alta Comisionada participará este miércoles en la presentación por parte de España de su examen voluntario sobre la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, junto a los ministros de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Aunque la iniciativa ya se había puesto en marcha con el anterior Ejecutivo, Gallach destacó hoy que de la mano del nuevo Gobierno ha habido una “aceleración” en este trabajo y pasos importantes, como muestra la creación del puesto que ella ocupa para mejorar la coordinación en este ámbito.

Además, aseguró que “ha habido, si cabe, una profundización de las relaciones con los actores sociales, la sociedad civil” en materia de aplicación de esta agenda.

Según explicó, España quiere centrarse especialmente en lograr avances en dos grandes ámbitos dentro de la Agenda 2030: la lucha contra la desigualdad y la protección del medioambiente.

Gallach intervino hoy en un debate sobre cómo unir a la sociedad en favor del desarrollo sostenible, en el que también participaron países de América Latina y el Caribe.

En la discusión estuvo también la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, en su calidad de miembro de la Red Española de Desarrollo Sostenible.

Narbona subrayó que “es necesario un cambio de paradigma para implementar con seriedad la Agenda 2030”, que es el gran plan pactado por el mundo para combatir la pobreza y proteger el planeta.

Según recordó, este proceso requerirá, entre otras cosas, olvidar el crecimiento del Producto Interior Bruto como único índice de los progresos de los países y pasar a tener en cuenta otros indicadores.

En ese sentido, destacó que España es en los últimos años ejemplo de que una economía puede crecer pero a la vez experimentar retrocesos en materia de vulnerabilidad o de energías renovables.