Gani dice que las divisiones entre talibanes afectarán al proceso de paz

El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, advirtió hoy por primera vez de que las divisiones surgidas en la formación tras conocerse en julio la muerte del antiguo líder insurgente, el Mulá Omar, harán que no todas las facciones se unan al proceso de paz con el Gobierno.

“Hay varios grupos de talibanes, no son una formación unida, por lo que algunos de estos grupos abrazarán la paz de este modo (con negociaciones) y algunos de otras maneras”, indicó el dirigente en rueda de prensa en Kabul, al referirse a la lucha armada como alternativa al diálogo.

Algunos comandantes talibanes se opusieron al nombramiento del mulá Mansur como sucesor de Omar días después de conocerse su fallecimiento y varios de ellos se escindieron del grupo por este motivo, lo que generó una guerra abierta entre las distintas facciones del grupo en varias provincias del país.

La noticia de que el fundador del movimiento había muerto en abril de 2013 se tradujo también en una suspensión del diálogo de paz, que se prevé que se reanude dentro de poco con la colaboración de Pakistán, Estados Unidos y China.

Gani precisó que la reunión anunciada el domingo entre representantes de los cuatro países para trazar un plan de paz para Afganistán tendrá lugar el 11 de enero en Islamabad y que la segunda vuelta será en Kabul.

“En la primera fase del diálogo, el número dos del Ministerio de Exteriores, Hekmat Khalil Karzai, representará a Afganistán, ya que este encuentro será de nivel viceministerial para Afganistán y Pakistán, mientras que de China y Estados Unidos habrá representantes especiales”, detalló.

El presidente afgano agregó que las partes han acordado mantener una política de cero tolerancia con el terrorismo y utilizar la fuerza contra aquellos grupos que “no acepten la paz”.

Representantes del Gobierno afgano y de los insurgentes mantuvieron en julio en Pakistán su primera reunión oficial, organizada con la mediación de Islamabad, pero el proceso quedó suspendido tras conocerse la muerte del mulá Omar.

Tras la suspensión, el Gobierno paquistaní aseveró en diversas ocasiones que estaba dispuesto a mediar para retomar el proceso si se lo pedía Kabul, que insistía, por su parte, en que para ello era imprescindible que Pakistán dejase de apoyar a los insurgentes en su territorio.

El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, y el presidente afgano, Ashraf Gani, se comprometieron hace un mes en París a trabajar para reanudar el proceso de paz, en lo que supuso un punto y aparte en un año de tensión diplomática entre ambos países.