La mujer de García Grande dice que conoce a Nicolás pero que no recibió nada de él

La mujer del excoordinador de Seguridad de Madrid, Emilio García Grande, ha admitido hoy ante el juez que investiga a Francisco Nicolás Gómez Iglesias -el pequeño Nicolás- que conoce el joven y que se enviaban mensajes, aunque no recuerda el contenido exacto, y ha negado haber recibido dinero o regalos.

Lidia Curto ha declarado hoy como testigo ante el titular del Juzgado de Instrucción 2 de Madrid, en el que también ha declarado como imputado el comisario de Policía Miguel Ángel Barrado por supuestamente haber consultado una matrícula que el joven solicitó a una tercera persona.

También han comparecido dos facultativos de la Sección de Acústica Forense de la Unidad Central de Criminalística para ratificar el informe que la Policía envió al juzgado sobre la grabación efectuada el 20 de octubre de 2014 en la que varios agentes de Asuntos Internos y del CNI hablan de supuestas escuchas al joven.

La mujer de García Grande ha explicado que conoce al pequeño Nicolás a través del Partido Popular y que se enviaban mensajes, pero “no ha podido contestar a la exhaustividad de las preguntas sobre los mismos, porque es imposible”, según ha explicado su letrado, que ha añadido que Curto se ha mostrado dispuesta a revisarlos si es necesario.

El abogado José María Garzón ha añadido que Curto ha negado “tajantemente” haber recibido regalos o dinero, y de hecho se ha mostrado molesta cuando le han insistido en esta posibilidad.

Este testimonio fue solicitado por la Asociación de Policía Municipal Unificada (APMU), personada como acusación popular, para que Curto aclarase “la estrecha relación que ha mantenido con don Nicolás Gómez Iglesias, como así se desprende de las conversaciones mantenidas entre ambos” en varios mensajes.

En su petición de comparecencia, APMU citaba expresamente una conversación en la que el pequeño Nicolás solicita a Lidia Curto que interceda ante su marido para conseguir un coche de seguridad de apoyo ante una visita a Madrid del alcalde de Miami.

En cuanto a la declaración como imputado hoy del comisario Miguel Ángel Barrado, el letrado se ha limitado a explicar que “lo que está claro es que Emilio García Grande no solicitó en ningún caso que se aportara ninguna matrícula”.

Fuentes jurídicas han precisado que el comisario, destinado entonces en la Brigada de Policía Judicial, ha negado que él consultase ninguna matrícula, aunque sí lo hizo una persona de su equipo por orden de otro comisario de Policía Nacional, y siempre cumpliendo la normativa vigente.

El comisario que dio esta orden fue Eugenio Pereiro, responsable entonces de la Brigada Central de Crimen Organizado de la Udyco Central, cumpliendo cauces habituales, según la fuentes.

Hoy también han comparecido ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 dos peritos de la Sección de Acústica Forense de la Unidad Central de Criminalística para ratificar el informe elaborado por la Policía sobre la grabación en la que varios agentes de Asuntos Internos y del CNI hablan de supuestas escuchas y seguimientos a Francisco Nicolás Gómez Iglesias.

Los abogados del joven han dicho al salir de los juzgados que este trámite ha ido “muy bien” y ha servido para demostrar que “el contenido de la grabación es bueno y parece que no está manipulada, solo que no hay un principio y un final”.

Sin embargo el letrado de Lidia Curto ha explicado que esta “relevante” declaración ha demostrado que “no se puede determinar si hay o no manipulación” en la grabación.

Esta grabación es en la que se basa la defensa de Francisco Nicolás Gómez Iglesias para solicitar la nulidad de todo el proceso, ya que en su opinión demuestra que a su cliente se le siguió y se le intervino el teléfono ilegalmente.