Garzón busca el voto andaluz para ser fuerte en el Congreso y parar a la derecha

El candidato de IU al Gobierno, Alberto Garzón, ha echado el resto en su última parada en Andalucía antes de las elecciones para recabar ese apoyo que podría permitirles tener un grupo parlamentario en el Congreso “fuerte”, que pueda “frustrar” la operación de la derecha.

En el penúltimo día de campaña, Garzón se ha dado su gran baño de masas esta tarde en Málaga, con casi 4.000 personas llenando el palacio de Congresos, donde se ha tenido que habilitar una sala anexa para poder acoger a todo el mundo que se ha acercado a escucharle.

Hoy es un día “muy especial” para Garzón, ha recordado, porque hace justo cuatro años estaba aquí mismo -aunque con menos espectadores- pidiendo el voto para la candidatura de IU por Málaga, que él encabezaba, y si lo consiguió entonces, ha afirmado, “ahora también se logrará”.

Con un discurso más vibrante y combativo, el candidato ha recordado su infancia en estas tierras, donde se crió y donde aprendió a luchar y a construir una sociedad “más justa” y a defender a las personas.

“Vosotros sois mi mochila”, ha subrayado, llamando a la lucha colectiva porque de eso se trata, de luchar juntos para poner en marcha “un nuevo país” y una nueva Constitución que ponga la democracia “al servicio de las personas”.

“¡Andaluces levantaos!, porque eso es lo que aprendimos en esta tierra combativa, y si nos levantamos, la oligarquía se tendrá que arrodillar”, ha exclamado, provocando el entusiasmo en las gradas, como igualmente ha puesto en pie a los militantes y simpatizantes al reclamar una república federal, que pase página a la Monarquía “impuesta a dedo”.

El programa que defiende IU, ha subrayado, “es muy claro”, que no cambia al vaivén de las encuestas, refiriéndose especialmente a Podemos, que se ha escorado al centro para recoger más apoyos, según ha denunciado.

Y ha aprovechado para pedir a los barrios populares que, “mucho más que nunca” voten masivamente y lo hagan por el proyecto que él representa, porque si lo hacen “no nos podrá ganar la derecha”.

La política que defiende su candidatura es la que habla “desde el corazón” y necesita todos los votos para conseguir poner fin a una gestión capitalista “que está recortando la vida y los derechos de todos”.

Con una llamada a los indecisos para que sea posible mantener ese grupo parlamentario, Garzón ha recalcado que el domingo hay una oportunidad histórica para “cortocircuitar” al PP. Y “hay que aprovecharla”, ha urgido.

Paco Guzmán, el “número uno” de IU por Málaga, ha insistido en el mismo mensaje que Garzón y ha pedido también a los votantes que huyan del “centro” y apuesten por Izquierda Unida con el objetivo de que pueda sentarse en la Cámara Baja con un grupo potente.

“Porque si no hay una fuerza representativa en las Cortes de la izquierda real, ¿quién va a representar a los trabajadores y a las luchas sociales?”, ha preguntado el aspirante a conseguir un escaño por Málaga, el que logró Garzón en 2011 con un 9 por ciento de los sufragios.

Con esta parada en Málaga, el candidato ha cerrado una penúltima jornada electoral muy intensa, en la que, además, ha mantenido un encuentro con estudiantes de su universidad, con quienes ha debatido, entre otras cosas, sobre la fragmentación de la izquierda en estas elecciones, una situación de la que ha culpado a Podemos, que rechazó ir con IU -ha señalado- al entender que la etiqueta de “comunistas” no les venía nada bien.

Alberto Garzón se ha permitido un respiro para comer con su padre en la localidad malagueña de Rincón de la Victoria, donde creció y donde empezó a involucrarse en la política y el lugar donde tiene pensado regresar cuando toque.

Mañana, el último día de campaña será en Madrid, en Getafe, una comunidad en la que ha hecho campaña casi la mitad de los quince días de caravana y donde espera sumar el domingo al menos otros dos escaños.