Ghanuchi reelegido líder de los islamistas moderados de Túnez

El X Congreso del movimiento islamista moderado “Ennahda” reeligió como presidente a su histórico líder, Rachid Ghanuchi, y refrendó su proyecto de refundación, que pretende separar la actividad política de la religiosa.

Pese a que había escasas dudas, la proclamación de Ghanuchi, de 74 años, se prolongó hasta bien entrada la madrugada debido a la concurrencia de ocho candidatos y al complejo sistema de elección de Ennhada, que permite a cualquiera presentarse como candidato y exige tres rondas de votaciones.

Tras varias tempranas retiradas, Ghanuchi, que dirigió durante años la organización en el exilio, hubo de competir en el tramo final con otros dos conocidos aspirantes: Fethi Ayadi y Mohamed Akrout.

“El líder ha logrado el 80 por ciento de los votos del Congreso, que también ha renovado el mandato del Consejo de Shura”, órgano rector del movimiento, confirmaron a Efe responsables de comunicación.

Horas antes, cerca de 93 por ciento de los congresistas de “Ennahda”, principal fuerza en el Parlamento, había respaldado la propuesta del líder de refundación del grupo, que separa política de religión y convierte así al movimiento en partido político civil al uso.

“Se han presentado en torno a 200 mociones de cambio y en torno al 85 por ciento han sido ya aprobadas. El 93,5 por ciento ha votado a favor de la reforma política”, explicó un portavoz a los periodistas.

“Las mociones de economía y asuntos sociales, que se presentaban por primera vez de forma independiente, fueron aprobadas por el 89 % de los congresistas. Y la de seguridad (y lucha antiterrorismo) por un 85 %”, agregó.

El congreso, el segundo celebrado desde el triunfo de “la revolución de los jazmines” -y el segundo legal- empezó el viernes entre grandes medidas de seguridad por las amenazas a la formación y sus dirigentes de parte de grupos yihadistas de inspiración wahabí saudí.

Los otros ocho se celebraron en la clandestinidad o en el exilio europeo.

Frente al celebrado en 2013 -y que trató de ser boicoteado por los extremistas de “Ansar al Sharia”-, este congreso introdujo una segunda revolución que cambia la esencia misma de un movimiento con gran prestigio en el resto del mundo musulmán que en la pasada década de los noventa todavía apelaba a la lucha armada.

Como explicó el viernes a Efe en una entrevista el propio Ghanuchi, durante el mismo Ennahda romperá definitivamente con el llamado “islam político” y se asentara sobre el nuevo concepto de “islam democrático”, que separa la política de la religión.

“Es una renovación doble: un cambio en el pensamiento político y otro a nivel programático. En el ámbito de la política nos estamos convirtiendo en un partido político puro, democrático”, subrayó el líder.

Lo que Ennahda propone es “separar la política de la religión, del voluntariado, de la predicación, de las organizaciones caritativas. Cada cual funcionará de manera independiente”, destacó.

En el plano programático el objetivo es arrinconar la discusión ideológica y privilegiar la preocupación por los temas sociales y económicos, así como establecer una línea política de lucha contra el terrorismo.