El Gobierno británico cree que el EI planea ataques cibernéticos en Reino Unido

Los yihadistas del Estado Islámico (EI) buscan desarrollar la capacidad para lanzar ataques cibernéticos contra hospitales, el tráfico aéreo o empresas británicas, afirmó hoy el ministro de Economía, George Osborne.

En un discurso en Cheltenham, oeste de Inglaterra, tras visitar el centro de escuchas secreto GCHQ, Osborne dijo que esta agencia sigue de cerca amenazas contra unas 450 empresas británicas de áreas como la defensa, la energía y el suministro de agua.

El ministro señaló que ante esta situación el Gobierno duplicará los fondos destinados a combatir la amenaza, hasta llegar a 1.900 millones de libras (2.698 millones de euros) al año para 2020.

Osborne hizo esta advertencia tras los atentados terroristas perpetrados el pasado viernes en París, en los que 129 personas murieron y más de 300 resultaron heridas.

El titular de Economía explicó que el grupo terrorista Estado Islámico (EI) ya ha demostrado que puede utilizar internet para radicalizar jóvenes o planificar atentados, pero ahora busca importantes blancos de la infraestructura británica.

“Desde bancos a nuestros coches -dijo-, las fuerzas armadas y nuestras escuelas, cualquier cosa que esté en la red es también blanco”, explicó Osborne.

“Si nuestro suministro eléctrico, nuestro tráfico aéreo o nuestros hospitales fuesen atacados por la red con éxito, el impacto podría ser medido no sólo en términos de daños económicos sino de costes de vidas”, resaltó el ministro.

“Aún no tienen la capacidad -agregó-, pero sabemos que lo quieren y están haciendo todo lo que pueden para construirla”.

Para combatir esta amenaza, Osborne indicó que se creará un nuevo Centro Nacional Cibernético que reunirá a los principales expertos del Reino Unido en esta materia.

El primer ministro británico, David Cameron, prometió anoche que para combatir la amenaza del EI el Reino Unido utilizará la misma resolución que ayudó a derrocar a Hitler en la II Guerra Mundial.

Para ello, dijo, el Gobierno destinará 2.000 millones de libras (2.800 millones de euros) en los próximos cinco años para las fuerzas de elite del Ejército británico SAS y otras unidades especiales a fin de que estén mejor equipadas.